Transcurrió rápidamente una semana y era hora de que el pelotón de investigación saliera.
Roland decretó que Barov, Carter y Hacha de Hierro vayan al castillo, ahí les informó su próxima partida con un par de días de antelación. Los asuntos de Ciudad Fronteriza debían continuar llevándose a cabo de acuerdo con los planes y regulaciones diarias.
No fue sorprendente que los tres se opusieran unánimemente a su decisión. Carter había esperado realizar los deberes como el caballero principal para proteger al príncipe; Hacha de Hierro solicitó que una tropa de 100 soldados escoltara al príncipe; Barov trató de persuadirlo para que se quedara basándose en el hecho de que el decreto emitido por el Ayuntamiento aún tenía que ser verificado y sellado por el señor. Finalmente, tuvo que ser inflexible en su poder como líder y ordenó que todos siguieran sus órdenes.