Ya ha pasado dos semanas desde que Theo pasa la mayor parte de sus días en el Piso Subterráneo #8 ayudando a Rod y Ted a lavar trastes, y después de ya tres días utilizando <Estado Óptimo> él puede reducir un poco el efecto secundario que causa la habilidad, demostrando que él ya ha podido lograr controlar un poco mejor la habilidad.
Aun así, solo es una reducción menor, no por nada obtener el control de una nueva habilidad es muy difícil y tardado.
Al finalizar el trabajo del día de hoy, Theo decidió buscar a Martha para hablar con ella, pensando que su castigo ya debió de haberse cumplido al ayudar por dos semanas enteras a limpiar un millar de trastes cada día.
Pero cuando se dirigía a las escaleras, un problema ocurrió, su habilidad de Aura Chaos se activó como jamás había sucedido, y su aura se expandió alrededor de él a una distancia de cien metros, causando que todos que estuvieran dentro de esa área, sintieran un enorme terror, y que inclusive algunos se desmayaran.
"¡Theo!" – Rod le gritó a Theo, tratando que el joven pudiera detener su habilidad, pero al verlo, se dio que eso no era posible.
"Rod, mis ojos, me arden." – dijo Theo.
"Rod." – Ted llegó a donde estaban Theo y Rod, y miró los ojos de Theo que estaban completamente azules, inclusive brillaban. – "¿Qué demonios?"
De repente, el aura de Theo aumentó en presión, haciendo que Rod y Ted casi cayeran de rodillas.
"Ted, debemos de hacer algo…"
"Rod, no sé qué hacer."
Ninguno sabía lo qué pasaba con el descontrol en habilidad de Theo, nunca habían visto que alguien no controlara sus habilidades de tal forma que al empezar a descontrolarse por si mismas, causaran tal desastre, ya había más de cien miembros del staff inconscientes, y parecía que ellos eran los siguientes, pero en ese momento apareció alguien.
"¡Aléjense de él!" – gritó Martha.
"¡Jefa!" – gritó Rod. – "¡Ayudad a Theo!"
"Te dije que te alejes de él." – dijo Martha que le dio un buen golpe en el rostro a Rod tan fuerte que lo mandó a volar, ella miró a Ted. – "Llevadlo al Hospital."
"Entendido." – dijo Ted que fue por su amigo.
"Tú." – y Martha finalmente puso su atención total en Theo. – "¿Qué diablos pasa contigo?"
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Theo abrió los ojos, finalmente se había despertado, y no lograba recordar nada de lo que había sucedido, no sabía como llego aquí, a su querida recamara, solo recordaba un enorme dolor en sus ojos, y a Rod gritando su nombre, pero, fuera de eso, no lograba recordar nada más.
'Celina, ¿Qué sucedió?'
[Te descontrolaste.]
'¿Eh?'
[Más bien, tus habilidades se descontrolaron, causando que miembros del Staff se desmayarán y que tus ojos te dolieran, aunque aún no sabemos nada acerca de las dos habilidades que posees, estoy casi segura de que son más que simples habilidades de rango único.]
"Diablos."
Theo ya tenía problemas con su propio potencial, y ahora debía de preocuparse de tratar de controlar las dos habilidades desconocidas.
"¿Y cómo se encuentran los demás?"
[Ni idea, cuando la Jefa de Limpieza te noqueó, te llevó con un Curador, el Curador dijo que solo estabas agotado, y que tú Qi, Mana y Zen se habían agotado, pero que fuera de eso, estabas bien.]
'¿Y luego?'
[Ella te trago aquí, y después de dos días, finalmente te despiertas.]
"¡¿Dos días?!" – Theo se sorprendió al descubrir que estuvo dos días inconsciente. – '¿En serio?'
[Sí.]
"…"
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Después de bañarse y comer algo, Theo se dirigió al Piso Subterráneo #8, en donde al llegar, muchos miembros del Staff se mostraron asustados al verlo llegar.
'Diablos.' – claramente esto no le gustaba a Theo, él no quería causarle problemas o daño a ninguno de los miembros del Staff.
De repente Ted se acercó a Theo.
"¡Ted!"
"Hola Theo."
"Yo… lo siento… yo no quería…"
"Está bien, no hace falta que te disculpes." – dijo Ted, sabiendo que nada de lo sucedido fue realmente culpa de Theo, aun así, los otros miembros del Staff no pensaban de la misma manera, algunos viendo a Theo con miedo, y otros con enojó.
"Ven, la Jefa quiere hablar contigo." – dijo Ted.
"¿Y Rod?" – preguntó Theo.
"En el hospital."
"¡¿Eh?!" – el rostro de Theo se puso pálido. – "¡Acaso fue!"
"No." – dijo Ted rápidamente, antes de que Theo se sintiera culpable. – "La Jefa le dio un buen golpe que casi le rompe la mandíbula, al no querer él gastar mucho dinero en el Curador, decidió pasar algunos días descansando, y dejar que su cuerpo naturalmente se cure, aunque tardará otros dos días más por lo menos." – dijo Ted.
"Ya veo." – Theo dijo claramente aliviado, aun así, al ver los rostros de los otros miembros del Staff, no pudo evitar sentirse culpable.
'Celina, debemos de hallar una forma de saber cómo controlar mis habilidades.'
[Sí Theo, ya estoy investigando al respecto.]
'Gracias.'
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En la Oficina de Martha en el Piso Subterráneo #8, Theo se encontraba frente a ella, esperando a que ella dijera algo, ella se encontraba sentada frente a su escritorio, escribiendo bastantes cosas, y después de unos minutos, ella terminó de escribir lo que necesitaba, y dio un soplido de relajación mientras tomaba un cigarrillo y lo prendía, empezando a fumar.
"…" – Theo no decía nada, teniendo aún memorias de aquel demoledor golpe que ella le dio, claramente un terrible recuerdo.
Después de que ella terminó de fumar, finalmente miró a Theo.
"Así que causaste que más de cien de mis trabajadores sufrieran."
"…"
"Hm, tienes agallas, dame una razón para no dejarte sin dientes." – dijo ella amenazadoramente.
"Yo" – Theo no sabía que decir, no era su culpa, pero él fue la causa de lo sucedido, además, los rostros de los miembros del Staff hacían que él se sintiera realmente culpable. – "Lo siento."
La Jefa de Limpieza no dijo nada, mientras prendía otro cigarro más.
"…"
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Había pasado una hora desde que Theo pidió disculpas, Martha, la Jefa de Limpieza se había fumado ocho cigarros, además de checar algunos documentos, y finalmente, ella volvió a hablarle a Theo.
"Planeaba dejar que siguieras pagando por tus crímenes, pero lo que hiciste hace dos días no me tiene contenta para nada, por lo que el castigo seguirá."
"…"
"Pero no puedo dejar que mis trabajadores vuelvan a sufrir a manos tuyas, por lo que te mandaré con los miembros de Limpieza que se encuentran en las Barracas de la Crueldad, espero que allí no hagas daño a nadie más." – dijo Martha, y en ese momento, alguien tocó la puerta.
"Jefa." – entró un joven hombre, pelo y ojos de color rosa, y con una enorme sonrisa en su rostro.
"Percy, finalmente llegas, llévate a este idiota contigo." – le ordenó Martha.
"Oh, claro." – dijo Percy. – "Estimado Salvador, acompáñeme por favor." – dijo Percy con respeto.
Los dos salieron de allí, no sin antes Theo hacer una reverencia mientras se disculpaba de nuevo.
"Lo siento."
Al cerrarse la puerta, Martha finalmente dio un suspiró de cansancio, mientras contactaba con alguien.
"Cnosos."
"¿Si?" – la voz era muy masculina, y de cierta forma hacia que sintieras un poco de temor.
"Él ya va para allá."
"Entendido."
"Vigílalo."
"Sí."