Chapitre 3: Capitulo #3
"También tienes acceso a todos los protocolos de Tony. EDITH significa 'Even Dead I'm The Hero' (Estando Difunto Incluso Soy Tu Héroe). A Tony le gustaban los acrónimos," respondió EDITH con su tono calmado y preciso.
Sonreí levemente, recordando que tanto JARVIS como VIERNES también eran acrónimos. Tony siempre tenía esa chispa creativa, incluso en los detalles más pequeños.
"EDITH, accede a la base de datos de Industrias Stark y busca información sobre Quentin Beck," pedí, recordando que Beck había sido empleado de Stark.
"Entendido, Peter. Accediendo a la base de datos de Industrias Stark," respondió EDITH. Varias ventanas holográficas comenzaron a desplegarse ante mis ojos, llenas de información detallada sobre Beck.
"Quentin Beck," continuó EDITH, "fue un antiguo ingeniero especializado en ilusiones holográficas en el departamento de Investigación y Desarrollo de Industrias Stark. Fue despedido por su inestabilidad mental y comportamiento impredecible, que representaban un peligro para sus colegas. La tecnología que utiliza como Mysterio se basa en el BAFT (Binary Augmented Retro-Framing), un sistema capaz de crear hologramas extremadamente realistas." Observé las imágenes de Beck, junto con sus datos personales.
Pensé en lo que significaba tener acceso a todo lo que Tony me había dejado. La emoción y el peso de la responsabilidad se entrelazaban. Podía hacer muchas cosas con EDITH, pero no podía permitir que ese poder me definiera. Las palabras dichas una vez por Tony resonaron en mi cabeza: "Si no eres nada sin el traje, entonces no deberías tenerlo."
Recordé cómo había fallado en el ferry, el barco dividido en dos, y cómo Tony me había salvado de las consecuencias. Necesitaba ser mejor.
"Gracias, EDITH," le dije, sintiendo el cansancio en mis músculos mientras me estiraba y bostezaba. "Investiga a las personas que lo están ayudando. Mañana lo veo."
Me quité las gafas, me tumbé en la cama y me quedé dormido en cuestión de minutos.
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A la mañana siguiente, desperté con el cuello dolorido por dormir en una posición incómoda. Me levanté con dificultad mientras Ned comenzaba a desperezarse.
"Amigo, tuve el sueño más loco del mundo," dijo Ned, todavía medio dormido. "Estábamos luchando contra Darth Vader con sables de luz y..."
Le lancé una almohada a la cara, interrumpiéndolo antes de que pudiera seguir con su historia.
"Sí, Ned, algún día construiré un sable de luz para ti," respondí sarcásticamente. "Vamos, tenemos que seguir con el viaje."
Guardamos nuestras cosas rápidamente y salimos con el resto del grupo. El Sr. Harrington estaba frente a todos, intentando captar nuestra atención.
"¡Buenas noticias, chicos! ¡Vamos a Praga!" anunció con entusiasmo.
"¡¿Qué?!" Exclamamos todos al unísono, creyendo que habíamos oído mal.
"Así es," dijo con orgullo. "La agencia de viajes nos subió de nivel. Me encargué personalmente de negociar con ellos. ¡Me leí toda la letra pequeña!"
"Yo te oí gritar," comentó el Sr. Dell con tono burlón.
Ned me miró, susurrándome: "¿Qué pasó con nuestro viaje?"
"Nick Fury, eso fue lo que pasó," le respondí en voz baja, con una mezcla de resignación y fastidio.
Ned asintió, dándose cuenta de que había poco que pudiéramos hacer al respecto. "¡Praga suena genial!" dijo en voz alta, intentando animar a los demás. "Siempre he querido ver... eh... el Castillo de Praga." Su entusiasmo forzado hizo que algunos compañeros lo miraran raro, pero al menos logró suavizar un poco el ambiente.
El Sr. Harrington no perdió la oportunidad de aprovechar el momento. "¡Ese es el espíritu! ¡Vamos a Praga!"
Después de una corta caminata, llegamos a nuestro nuevo autobús. Era negro, lujoso y parecía más seguro que el transporte anterior. Dmitri estaba allí, esperando junto al autobús, en completo silencio.
"Miren nuestro transporte mejorado, ja," comentó el Sr. Harrington con orgullo, mientras el Sr. Dell parecía impresionado por la mejora.
Pasamos al lado de Dmitri, quien ni siquiera hizo un esfuerzo por saludarnos, y subimos al autobús. Los asientos eran increíblemente cómodos, mucho más de lo que esperaba.
Me senté en la última fila, buscando un poco de tranquilidad. Me puse las gafas, sintiendo el peso simbólico de todo lo que representaban. Tony Stark me había dejado algo más que tecnología avanzada; me había dejado una responsabilidad.
Durante el viaje, decidí investigar más sobre los cómplices de Beck. Usando a EDITH, pude acceder a varios archivos clasificados y rastrear cada detalle relacionado con las personas involucradas en los crímenes de Beck y la tecnología robada de Stark Industries.
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"Gasolina y baños, diez minutos," dijo Dmitri sin emoción, mientras nos deteníamos en una parada de descanso.
Me bajé del autobús y miré a mi alrededor. Recordaba que en la película había un momento incómodo con Brad, pero esta vez, Dmitri no dijo nada. Quizá porque no había usado la excusa de Spider-Man en Europa con Fury. La realidad siempre encontraba formas de ser diferente.
Después de diez minutos, todos volvimos a subir al autobús. Me senté en mi lugar habitual, rodeado del bullicio de mis compañeros, que no paraban de hablar emocionados sobre nuestro próximo destino en Praga. Tomé mi teléfono y busqué juegos de realidad aumentada, pero ninguno me llamó la atención.
Frustrado por la falta de innovación en ese campo, decidí diseñar mi propio dispositivo portátil de realidad aumentada y virtual, inspirado en el Augma de Sword Art Online. Usando la función de diseño holográfico de EDITH, proyecté un panel de diseño en 3D frente a mí. Los hologramas mostraban componentes y diagramas técnicos que flotaban en el aire, ajustándose a medida que los modificaba.
Trabajé meticulosamente en el diseño, adaptando tecnologías de Industrias Stark y otras empresas de vanguardia. El resultado fue un dispositivo compacto, resistente y altamente funcional. Incluso logré integrar una versión avanzada de inmersión total utilizando datos de enlaces neuronales y fragmentos de la tecnología de la gema de la mente que Stark había dejado en la base de datos.
Una hora pasó volando. Miré por la ventana y vi un rebaño de cabras cruzando un campo. Me sentía satisfecho con mi diseño; este dispositivo podría cambiar el mundo de los videojuegos, haciendo la inmersión total de realidad virtual y la realidad aumentada accesible para todos.
Mi sentido arácnido se activó débilmente, alertándome de algo cercano. Una mano se acercó a mi rostro, intentando arrebatarme las gafas. Levanté la vista y vi a Flash, con una expresión ansiosa.
Instintivamente, aparté su mano con un movimiento rápido. Flash retrocedió, sorprendido y algo dolido.
"¡Auch! ¿Qué te pasa, Parker? Solo quería ver esas gafas tan finas que tienes allí," se quejó, frotándose la mano.
"No me gusta que toquen mis cosas sin permiso," respondí, tratando de mantener la calma pero con un tono muy amenazante.
"Claro, lo que digas," murmuró Flash, alejándose. "Pero no te sorprendas si me ves con algo más genial que eso pronto."
Ignoré su comentario y volví a concentrarme en el diseño holográfico. Me sentía emocionado por las posibilidades que este dispositivo podría ofrecer, y había logrado hacerlo asequible para que cualquier persona pudiera permitírselo.
Al anochecer, llegamos a Praga. La ciudad brillaba con una belleza casi irreal; las luces de colores iluminaban las calles, mientras la energía festiva del carnaval impregnaba el aire. El ambiente estaba cargado de emoción, y la música alegre de fondo hacía difícil recordar la amenaza inminente. El hotel donde nos hospedábamos era lujoso, cada uno tenía su propia habitación. Mientras me instalaba, recibí un mensaje encriptado de Nick Fury con instrucciones claras: debía reunirme con él en una instalación cercana de inmediato.
Con el corazón acelerado, me cambié al traje de Spider-Man. Salí por la ventana de mi habitación y me lancé hacia los tejados, moviéndome con rapidez y sigilo por encima de las calles abarrotadas de Praga.
Al llegar al lugar de la reunión, me aseguré de no ser visto. Era una vieja instalación militar abandonada, ahora utilizada como base temporal. Dentro, me encontré con Nick Fury, Maria Hill y Quentin Beck, quienes estaban profundamente inmersos en una discusión. El ambiente era tenso.
"Tenemos un problema serio," dijo Fury, su voz grave y autoritaria como siempre. Beck estaba de pie a su lado, con el rostro serio y los brazos cruzados.
"El Elemental de Fuego es diferente a los anteriores," añadió Beck. "Si toca metal, especialmente en una ciudad como esta, absorberá la energía del núcleo terrestre y se volverá prácticamente imparable. No solo incendiará la ciudad, sino que podría desencadenar una reacción en cadena que pondría en peligro todo el continente y el planeta entero."
Asentí mientras ajustaba mi máscara. Fury me miró con esa mirada que siempre hacía que me pusiera nervioso. "Tenemos una oportunidad para detenerlo antes de que ocurra lo peor. Mysterio se encargará de contenerlo, pero va a necesitar tu ayuda para distraerlo lo suficiente como para atacar su núcleo de energía."
Hill se acercó, mostrando un mapa holográfico de Praga. "Hemos identificado las áreas donde el Elemental es más probable que aparezca. Aquí, cerca de la plaza donde ahora está el carnaval, hay varias fuentes de metal que podrían atraerlo. Necesitamos mantenerlo alejado de esos puntos clave mientras coordinamos un ataque."
"Lo distraeré todo lo que pueda, y yo me encargo de alejar a los civiles del lugar," respondí con confianza.
"Buena actitud," dijo Fury, aunque con un tono seco que dejaba claro que no había margen para el error. "Prepárate, Spider-Man. Esta noche podría definir el destino de más de lo que imaginas."
Beck se volvió hacia mí y, por un segundo, su expresión se suavizó. "Confío en que lo conseguiremos. Juntos, podemos hacer esto." Le miré y asentí.
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En el carnaval las luces y la música llenaban el aire mientras las personas disfrutaban del ambiente festivo. Desde las alturas, observé todo, manteniéndome fuera de vista. "EDITH, activa las alarmas en la zona para despejar a la gente," susurré.
Los sonidos de las alarmas resonaron por la plaza, y el caos estalló cuando las personas comenzaron a huir. Entre la multitud, vi a mis compañeros y a los maestro correr hacia el hotel. Ned me miró y me dio un pulgar arriba antes de seguir corriendo.
De repente, el suelo comenzó a temblar bajo mis pies, seguido de un rugido distante que hizo eco por las calles. La vibración se extendió rápidamente, provocando que todos los rezagados corrieran con más urgencia y pánico. El Elemental de Fuego había emergido de la estatua en el centro de la plaza, su furia era evidente en cada chispazo que desprendía. Sabía que no podía esperar más.
Desde mi posición, observé cómo el Elemental consumía vorazmente la estatua de la que había surgido. Su calor abrasador hacía que las piedras se derritieran como si fueran cera. Sin pensarlo mucho y con todas mis fuerzas, le di una patada a la pared que tenía a mi lado. La estructura, debilitada por el tiempo, cedió al instante, derrumbándose en un montón de escombros.
Sin perder un segundo, disparé mis telarañas hacia las rocas que acababan de caer. Mi atención se centró en una en particular, una enorme pieza de concreto que calculé que pesaba alrededor de siete toneladas. Apreté los dientes, sintiendo cómo mis músculos se tensaban mientras usaba la fuerza que había estado conteniendo desde el día en que me picó la araña. Lentamente, pero con firmeza, levanté la roca sobre mi cabeza.
Miré mis manos, firmemente aferradas a las telarañas, y decidí usar la física a mi favor. Inspirándome en la forma en que Mario gira a Bowser en los videojuegos, comencé a girar la roca en un círculo amplio, aumentando su velocidad y masa con cada rotación. Cuando sentí que había acumulado suficiente fuerza, solté un grito ahogado y lancé la roca directamente hacia el Elemental.
El impacto fue brutal. La roca gigante golpeó al monstruo con una fuerza devastadora, creando un cráter en el suelo al momento del impacto. Fragmentos del pavimento volaron por los aires, y una nube de polvo y escombros oscureció momentáneamente la escena. Por un breve instante, pensé que lo había derrotado pero recordé que no era real, era un holograma muy detallado y realista pero falso. Con mi sentido arácnido podia sentir los drones moviéndose a su alrededor.
Mientras pensaba, entre los escombros y el polvo, la figura del Elemental comenzó a levantarse nuevamente. El monstruo emergió lentamente de entre las rocas, su cuerpo de magma seguía intacto y brillante, como si nada hubiera ocurrido. Con un rugido de ira, fijó su mirada ardiente en un carrusel que estaba a apenas siete metros de distancia. Sabía que debía detenerlo antes de que destruyera más cosas y después me culparar por la destrucción del área.
Me preparé para lanzar otro ataque, pero antes de que pudiera moverme, un rayo de energía verde surcó el aire, impactando directamente en el Elemental. El monstruo reaccionó instintivamente, levantando sus brazos cruzados para protegerse del ataque, pero siguió avanzando, aparentemente imperturbable por el rayo.
Me giré rápidamente para identificar el origen del disparo, y allí estaba: una figura envuelta en una luz esmeralda, que flotaba en el aire a una distancia segura. Era Mysterio, con su característico traje. Aunque había ayudado a frenar momentáneamente al Elemental, sabía que esto apenas estaba comenzando.
"Tendré que esperar a que terminé con su obra," pensé mientras ajustaba mis redes y me preparaba para la próxima maniobra.
Continué observando la situación, analizando cada movimiento del Elemental y de Mysterio. Sabía que mi siguiente ataque tenía que ser preciso. El rayo verde había logrado ralentizar al monstruo, pero no era suficiente para detenerlo del todo. Teníamos que pensar en algo más grande, algo más devastador.
El Elemental se dirigía hacia el carrusel con paso lento pero firme, su mera presencia hacía que el aire a su alrededor se ondulara por el calor. No podía permitir que llegara a ese punto, o las consecuencias serían desastrosas. Lancé dos telarañas hacia la base de un poste cercano y me impulsé hacia adelante, volando en un arco alto sobre la plaza. Mientras descendía, visualicé mi plan: debía crear una distracción lo suficientemente grande como para que Mysterio pudiera lanzar un ataque definitivo.
Con una voltereta en el aire, disparé múltiples redes hacia las ruinas de la estatua y los escombros que la rodeaban. Los fragmentos de piedra y metal aún estaban lo suficientemente calientes como para poder utilizarlos contra el Elemental. Puse toda mi energía en mover esos objetos y lanzarlos hacia el enemigo en un ataque rápido y caótico. Los escombros salieron disparados como proyectiles, chocando contra el Elemental desde distintos ángulos.
El monstruo rugió, su cuerpo de magma burbujeaba con furia. Algunos de los fragmentos lograron incrustarse en su superficie, pero no lograron detenerlo. Sin embargo, había logrado lo que buscaba: su atención estaba completamente centrada en mí ahora.
"¡Mysterio, ahora!" grité, esperando que él aprovechara la oportunidad.
Desde su posición elevada, Mysterio extendió ambas manos y una nueva ráfaga de energía verde salió disparada, esta vez con una intensidad mayor. Las ondas de energía hicieron vibrar el suelo bajo mis pies mientras impactaban al Elemental. Al principio, parecía resistir, pero poco a poco, el calor de su cuerpo comenzó a disiparse. Las llamas que envolvían su figura se redujeron hasta convertirse en pequeñas brasas parpadeantes.
Con un último grito ensordecedor, el Elemental de Fuego cayó al suelo, su forma se desintegró en cenizas y fragmentos de magma solidificado que chisporroteaban al enfriarse sobre el pavimento. Me quedé allí, jadeando ligeramente mientras observaba cómo los restos del monstruo se disolvían en una nube de humo negro.
Miré hacia Mysterio, quien aterrizó suavemente a unos metros de distancia. Su capa ondeaba levemente por el viento, y el resplandor verde que lo envolvía comenzaba a desvanecerse. Sus ojos, ocultos tras el cristal de su casco, parecían seguir cada detalle de la escena.
"Buen trabajo, Spider-Man," dijo con voz firme pero algo distante. "Sin tu ayuda, esto hubiera sido mucho peor."
Asentí "Gracias."
Mysterio se quedó en silencio por un momento, como si considerara sus palabras. "Te invito a un trago en una hora, te envío la ubicación".
"Claro, aunque soy menor de edad, no puedo beber pero si te puedo acompañar," respondi y el sonido de sirenas rompió la calma, y la policía llegó a la escena, junto con los bomberos que se apresuraban a contener los focos de incendio que aún quedaban en la plaza. Observé cómo la gente comenzaba a salir de sus escondites, nerviosos pero aliviados.
"Será mejor que desaparezca antes de que lleguen más preguntas," dije, dándome la vuelta mientras disparaba una telaraña hacia un edificio cercano.
"Nos vemos," respondió Mysterio, su voz quedando atrás mientras me impulsaba por los aires.
Me deslicé entre los rascacielos de la ciudad, el viento fresco en mi rostro, asimilando lo que acababa de suceder.
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