Chapitre 37: Capítulo 37 – Conociendo a la primera esposa
Leila: Te vi crece, aprender a caminar, tu primer cumpleaños, te veías muy lindo con ese sombrerito de vaquero~
Leila: estuve contigo en todos esos momentos especiales, pero no puedo aceptar una cosa~
Inconscientemente mi boca se abrió y pregunto.
Leo: ¿Qué cosa?
Leila: ¡A esa perra que está afuera cuidándote! ¡Yo soy tu primera esposa!
Leila: ¡Todo por culpa de ese maldito anillo de Hefesto! ¡Nuestras almas se unieron y crearon un vínculo entre los tres!
Leo: ¡!
Las palabras de Leila hicieron que me sobresaltara. ¿Los tres estábamos unidos?
Leila: Gracias que este desastre empezó y estas devorando almas fue que pude reunir energía de ellas y despertar mi conciencia~
Leila: Finalmente pude hablar contigo y conocerte~
Leila: Incluso ese viejo te dio sus poderes y te convertiste en su discípulo esto es el destino ¿sabes? ~
Leo: ¿Viejo?
Leila: Sí. Mi padre, mi creador~
Leila: Él te paso su legado. ¿No es así? Maestro…
¿?: JAJAJAJAJA
¿?: Joven eres afortunado.
Una luz blanca se formó de la nada y un anciano con túnica blanca y una espesa barba apareció frente a mí.
¿?: Mi hija, mi amada hija.
¿?: No te he dicho que aún no es momento de que aparezca.
¿?: Joven cuando entraste al salón de los héroes y sentí la presencia de la chica a la que ahora llamas Leila supe que podía dejar todo en tus manos. ¡Era el destino! ¡Y esa anciana es muy caprichosa! ¿sabes?
¿?: Me llevé una gran sorpresa cuando vi que sus almas estaban unidas por un vínculo matrimonial divino. Incluso yo no soy capaz de destruir ese vínculo por que se ata a los tejidos mismos de la creación de todos los mundos.
Leo: Disculpa, pero no entiendo nada.
¿?: Joven poco a poco comprenderás los misterios del universo. No hay por qué apurarse.
¿?: Pero como padre me siento un poco raro en el no haber podido estar en la boda de mi hija por lo que te voy a dar un regalo.
Una luz blanca salió de su mano entrando en mi directamente.
Sistema: Felicidades por obtener la habilidad de clase Ojo de la verdad absoluta.
¿?: Úsalo cuando salgas te llevaras una sorpresa.
El cuerpo del anciano empezó a desaparecer poco a poco.
¿?: ¿UHM? Parece que se nos está acabando el tiempo. Joven nos veremos de nuevo cuando alcances el nivel 50 en el salón de los héroes caídos. Mientras tanto sigue vivo. En ese momento responderé tus preguntas.
El anciano desapareció y con ello solo quedamos Leila y yo.
Leila: ¿Sabes una cosa? ~
Leila rompió el silencio que había después que el anciano desapareciera.
Leo: ¿Qué cosa?
Mire las motas de luz que poco a poco se iban disipando y que por alguna razón nos estaban rodeando como si fueran luciérnagas. Cuando mire a Leila de vuelta ella ya se había acercado a mí y abrazándome por la cintura. Mis brazos se movieron inconscientemente alrededor de esa suave y tierna cintura suya. La sensación era como si abrazara una almohada increíblemente suave.
Leila: Ese fue mi primer beso~
Mire a Leila y nuestros labios se acercaron un poco hasta que ella se detuvo a milímetros de encontrarse y dijo.
Leila: Bésame~
Con esas palabras dichas todas las restricciones que me mantenían inmóvil se desataron y con ello esa sensación de suavidad y calor finalmente pudo ser satisfecha por completo. Sus labios se mezclaban con los míos en un baile lleno de posesión hasta que ella quiso más y finalmente nuestras lenguas se encontraron.
El sabor de Leila era completamente diferente al de Julia. No era por comparar o decir quién era mejor, pero por ambas sentía algo. Por Julia amor puro e inocente y por Leila pasión y lujuria. Era la primera vez que conocía a esta mujer, pero podía sentir que la conocía toda mi vida y con cada segundo que pasaba en ese beso llegue convertir esa sensación de lujuria y pasión en amor. No me consideraba como un hombre piensa con la parte baja de mi cuerpo, pero esta mujer a la que estoy besando me convirtió en eso con solo un beso.
Incluso si tuviera que morir aquí en este preciso momento lo haría con gusto. Lo que no sabía era que el vínculo entre los tres transmitía todo lo que sentíamos a Julia. Quien puso un poco inquieta y un líquido empezó a empapar levemente sus partes privadas.
¡Que estás haciendo en ese sueño! y ¿¡por qué diablos siento a otra mujer en nuestro vinculo!? ¡Cuando despiertes tendrás mucho que explicar Leo! Fue lo que pensó sin esperar que una voz encantadora respondiera sus pensamientos lo que incluso hizo a temblar a Julia solo con su voz resonara en su cabeza.
Leila: ¡Es mío por esta noche segunda esposa! ~
Esas palabras la hicieron temblar no solo del encanto de la propia voz de Leila sino también de la ira. Su puño estaba apretado e incluso pensó en lanzarme un balde agua fría encima para ver si me despertaba.
El beso continuo y nuestras bocas se convirtieron en un desastre. Nuestras lenguas se movían como si no hubiera un descanso como si buscáramos explorar cada rincón de cada uno. No fue hasta que mi cuerpo empezó a desaparecer que finalmente nos separamos.
Leila: Parece que fue mucha emoción por hoy~
Leila: Reúne más almas para que pueda despertar y ¿puedo devorar las almas inútiles?
Leila señalo las almas de goblins y otras criaturas a lo que asentí sin dudarlo.
Leila: Dejare las almas útiles para ti. Si me traes más muy pronto podre materializarme en el mundo real y cuando eso pase tú y yo podemos…~
Leila miro hacia debajo de mi dónde no había nada. En teoría ahí debería de estar mi amiguito.
Sin embargo, al pensar en sus palabras y estableciendo la relación con el lugar me emocione demasiado.
Leila: No puedes hacerlo con ella primero, ya se robó tu primer beso y no quiero que se robe tu primera vez también ¿Me lo prometes? ~
Leo: Sí, lo prometo~
Con eso dicho regrese a mi cuerpo en donde una furiosa Julia estaba a mi lado.
Leo: ¿Hola?
Julia: ¿¡Como que hola!? ¡Que fue eso! ¡Tienes mucho que explicarme!
Los gritos de Julia hicieron que todos se despertaran y me observaran como bicho raro. Mire a mi alrededor y debido a que la habilidad de visión nocturna se activa automáticamente no me había fijado que era de noche aún por la que la desactive temporalmente para saber en qué momento de la noche estábamos y como podía ver unos rayos de sol era casi el amanecer. Estuve mucho tiempo dormido, aunque fue poco tiempo para mí en el interior.
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