—¿Cuál es la tercera ronda? —preguntó Basil Jaak.
Gustave reflexionó por un momento, justo cuando iba a hablar, cuando de repente vio a Hessen acercarse.
—Gustave, ¡déjame tomar la tercera ronda! Tengo que recuperarme de donde caí; ¡lo venceré! —suplicó Hessen.
—Pero, ¿en qué vas a competir? —preguntó Gustave.
Hessen giró la cabeza para mirar a Basil Jaak y dijo en voz alta:
—En tu carrera con Joyce, escuché que tu rueda se dañó, pero aún lograste levantar el coche y terminar la carrera. Entonces, en lo que quiero competir contigo es — levantar el coche, usando sólo dos ruedas para crear el impacto final!
—¿Levantar el coche? Suena genial. —Gustave dijo emocionado, con ganas de intentarlo. Giró su cabeza hacia Basil Jaak y preguntó—. ¿Estás de acuerdo?
Basil Jaak sacudió la cabeza con despreocupación. Este llamado "alto grado de dificultad" no parecía ser nada en sus ojos. Mientras tuviera dominio sobre el equilibrio básico, todo le parecía pan comido.