Después de que el chico de cabello blanco y ojos azules abandonara el lugar, la familia real se dispuso a abandonar la mansión. Estaba más que claro que el lugar había dejado de ser seguro; no podían quedarse ni un minuto más. Angrod dijo:
"El lugar más seguro en estos momentos es la guarida de la bestia divina. Nos quedaremos allí hasta que todo esto pase".
Maedhros estuvo de acuerdo. Sin lugar a dudas, el refugio de la bestia divina era el lugar más seguro. La bestia divina era extremadamente territorial y no le gustaba que otros entraran en su territorio. Por fortuna, la familia real tenía permiso para entrar; hacerlo sin permiso era suicida. Maedhros, dirigiéndose a los presentes, aún conmocionados, dijo:
"La máxima prioridad será proteger a Lia. Sin lugar a dudas, ella es el objetivo de esta invasión; por lo tanto, concentraremos nuestras fuerzas en el refugio de la bestia divina. No dejaremos que nada ni nadie toque a Lia".
Se podía sentir la convicción del rey en sus palabras. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por proteger a su hija. Sin más que discutir, Maedhros activó su anillo de teletransportación; los cuerpos de todos se volvieron transparentes hasta desaparecer.
Al abrir los ojos, el paisaje había cambiado. Ya no estaban rodeados de paredes; ahora veían enormes árboles y una naturaleza exuberante. El suelo estaba cubierto de hierba verde y flores. La guarida de la bestia divina era un bosque anormalmente grande; las plantas eran más grandes de lo normal. La pequeña niña, cargada por su madre, rompió el silencio:
"Qué grande es este lugar"
Estaba sorprendida. El bosque parecía poder albergar gigantes. Eryn le dijo:
"Sí, mi niña, es un lugar muy grande y hermoso".
Idril añadió:
"Sin lugar a dudas, este no es un bosque cualquiera; hay demasiado maná en la atmósfera. Debemos tener mucho cuidado, o podríamos envenenarnos".
Idril sabía que la alta concentración de maná se debía a la criatura que vivía allí; estaba adaptando la atmósfera a su gusto. Maedhros y Angrod buscaban algo, tensos y temerosos. Angrod habló al vacío:
"Disculpe que hayamos venido sin avisar. Sabemos que es una falta de respeto, pero de no haberlo hecho, posiblemente habríamos puesto en riesgo la seguridad de la familia real. La razón por la que estamos aquí es que nos encontramos en una mala situación; hemos estado siendo invadidos constantemente, y actualmente nuestra mansión está bajo ataque. Nuestros guardias reales se están encargando de la situación, pero creemos que el objetivo de los invasores es mi nieta. Por lo tanto, decidimos venir aquí a resguardarnos temporalmente".
Angrod habló cortésmente, inclinando levemente la cabeza. La entidad que habitaba el lugar era extremadamente arrogante; si se molestaba, no los ayudaría. Esa criatura valoraba la fuerza sobre todas las cosas; estaba molesta porque el talento de los elfos había estado disminuyendo. Los árboles empezaron a agitarse; las flores temblaban. Se escuchó una voz solemne y autoritaria:
"No me extraña que se vieran obligados a abandonar sus aposentos; después de todo, ustedes son extremadamente débiles. Me dan vergüenza, aunque no puedo decir lo mismo de esa niña; ella, sin lugar a dudas, tiene talento".
La voz pertenecía a la bestia divina. Angrod, Maedhros, Idril y Eryn la reconocieron. Al referirse a Lia como talentosa, se dieron cuenta de que la bestia divina la había aceptado. Angrod preguntó:
"¿Podemos pedir prestada la fuerza de la bestia divina para salir de esta situación?"
"Querrás decir que quieres mi protección".
La bestia divina corrigió.
"No esperes que los ayude si no hay un contrato o un vínculo. Si de verdad quieres mi ayuda, tráeme una vasija o un recipiente capaz de contener todo mi poder; de esa forma podría abandonar este lugar sin problemas".
Respondió Angrod:
"Lo sentimos mucho, pero aún no hemos podido encontrar a alguien capaz de hacer tal cosa".
"Sin lugar a dudas, el poder de los elfos no es como lo era antes. ¡Qué decepcionante! Miles de años atrás había varios sujetos capaces de contener mi poder, pero ahora parece no existir ese tipo de gente. ¡Qué decepción! No debí hacer ese contrato con aquella elfo; de haber sabido que esto pasaría, no me habría molestado en hacerlo".
"Por favor, reconsidérelo".
"No hay nada que reconsiderar. Ya te había advertido que no te presentaras ante mí si no traías a alguien digno".
"Pero usted acaba de decir que mi nieta tiene mucho talento", dijo Angrod, con la cabeza inclinada.
"Esa niña, sin lugar a dudas, tiene mucho talento. Si la comparo con ustedes, ella está en una liga propia. Sin lugar a dudas, se volverá poderosa; tiene unos canales muy bien formados, casi parece como si los hubiese creado alguien. Y ni hablar de ese ojo mágico que posee; parece estar utilizando la energía de la naturaleza como base. Casi me recuerda a aquel elfo con el que pacté hace tiempo, pero tampoco aplica para ser mi recipiente".
"¿A qué se refiere con eso?"
"Lo que trato de decir es que sí puede ser mi recipiente, al menos en situaciones normales, pero hay fuerzas que están impidiendo que se lleve a cabo un pacto o vínculo con ella. Parece que, de hacerlo, se romperá cierto equilibrio del mundo. No estoy segura, pero de lo que sí estoy segura es que esa niña va a morir pronto".
Las palabras de la bestia divina hicieron que todos fruncieran el ceño. Angrod, Maedhros, Eryn e Idril quedaron en shock. El rey intervino, su voz irradiaba molestia:
"¿A qué te refieres exactamente con eso? Necesitamos que nos des más explicaciones".
Maedhros habló sin medir su tono; estaba extremadamente molesto. La bestia divina, al notar su rabia, respondió sin molestarse:
"Lo que estoy tratando de decirles es que el mismísimo mundo quiere muerta a esa niña. Se podría decir que es su destino morir; de hecho, ya debería estar muerta, pero veo que una fuerza desconocida está interrumpiendo la voluntad del mundo. Me pregunto qué clase de ser tiene el poder de ir en contra del mundo. Dudo mucho que sea un apóstol; esos sujetos son muy rectos. Un dragón, tal vez, podría interrumpir la voluntad del mundo por un periodo de tiempo breve, pero no para siempre. Supongo que debe ser obra de un dios. El hecho de que ella siga viva significa que un dios la está protegiendo, o tal vez se trata de un dios caído. No sabría decir qué clase de existencia la está protegiendo, pero de lo que sí estoy seguro es que es un ser problemático, con la capacidad de destruir el mundo".
Todos escucharon la explicación. La única existencia que se les vino a la mente fue el chico de cabello blanco y ojos azules. Eryn rompió el silencio:
"Se los dije; él, sin lugar a dudas, es el guardián de mi niña".
Eryn supo que el chico estaba ahí para proteger a su hija. La bestia divina preguntó:
"¿Acaso ustedes saben quién es la entidad que está protegiendo la vida de esa niña?"
Eryn respondió con tono orgulloso:
"Sí, conocemos al ser que ha estado protegiendo a mi hija; de hecho, ese mismo ser se encuentra actualmente lidiando con los invasores".
Reinó el silencio. La bestia divina, después de pensar, dijo:
"Interesante, muy interesante. Así que han aparecido sujetos que van en contra de las leyes del mundo. ¡Qué nostalgia! Hace tiempo que no escuchaba de esos seres. Que haya aparecido uno solo puede significar una cosa: las cosas se van a descontrolar en el mundo; el caos sobre estas tierras; la muerte se acerca; esa cosa llegará a todas las personas. No tengo la menor duda de que, si ha aparecido un ser que desafía las leyes del mundo, seguirán apareciendo más y más. Las cosas se van a poner divertidas de aquí en adelante. Supongo que es cuestión de tiempo de que aparezca alguien capaz de contener todo mi poder. Supongo que ya es hora de que yo también empiece a hacer mi movimiento; no puedo dejar que aquel sujeto mueva los destinos a su voluntad; me voy a mover de forma tan errática que no sabrá cuál destino es el correcto".
Se sintió un aumento exponencial en el maná. Las flores empezaron a crecer, formando un camino hacia lo profundo del bosque. Se escuchó la voz de la bestia divina:
"Ya que tienen un ser de alto poder protegiéndolos, no veo por qué yo no debería intervenir. No me voy a hacer a un lado cuando sé que el mundo va a entrar en una etapa de guerra y destrucción sin precedentes; por lo tanto, les voy a brindar mi protección mientras se queden en este bosque. Sigan el camino que les he creado; vengan a ver a mi cuerpo principal; estoy de muy buen humor; incluso si un dragón viniera a molestar, le daría una paliza".
La familia real ingresó al bosque, preguntándose quién era realmente aquel chico de cabello blanco y ojos azules.