—Anna recibió el desayuno en la cama tal como lo había instruido su querido nuevo esposo —y poco a poco se había recuperado de la resaca después de dormir unas horas más.
Anna había pensado en qué ponerse para la subasta a la que Noah la había invitado, y evaluando la ropa que tenía en el armario, no era suficiente para ella —decidió comprar algo para ponerse, tal vez algo simple.
Algo que no necesitara mucha atención, pero que fuera suficientemente hermoso. Tenía que verse bien a como diera lugar. ¿Y si algo sale mal y esta noche fuera su primera aparición? De ninguna manera quiere aparecer en la red por primera vez en dos años luciendo tan casual.
Se sintió ansiosa al pensar de nuevo en internet —Respira Anna—susurró y tomó un respiro profundo.
Ella tendría que comprar un atuendo simple por sí misma. Nadie tiene que saber que ella va a salir. Así no habrá paparazzi rondando —asintió en acuerdo a su pensamiento y llamó a su mejor amiga.
—Janjan.