—Noah, que acababa de llegar de la mazmorra donde había dejado a su hermana y a su amiga, vio a su esposa sentada al lado del chico sobre el que la había advertido. Ya estaba de mal humor, y ver a esta mujer terca de esa manera solo empeoró su estado de ánimo. Observó cómo ella lo miraba, sus ojos se abrieron como si la hubieran pillado haciendo algo malo y fue entonces cuando se alejó de Damien.
—Noah soltó una carcajada. Su pequeña esposa cree que es tan astuta. Trataría con ella esta noche cuando regresaran al hotel.
—Noah metió las manos en los bolsillos mientras observaba al chico con una corona en la cabeza. Chasqueó la lengua. Debería haber sabido que estaba tratando con su primo. Las mujeres que lo vieron al pasar hicieron sonidos extraños.