Chapitre 16: Despedida (7)
En un principio creía que la situación se resolvería solo peleando, pero viendo el estado actual de mi cuerpo; todo parece más complicado de lo que pensé.
Ese hombre musculoso y salvaje con una expresión malvada, me envio de un solo golpe a volar y me causó una variedad de daños en mis organos internos, pero siendo mas prominente en mis costillas, algunas estaban rotas y fracturadas.
Mi visión se desdibujó, pero mientras eso ocurría la tarjeta en mi pecho continuo un ciclo ininterrumpido de pulsaciones; sanandome con relativa velocidad. Mientras eso ocurria, lo que una vez fue una perdida de un solo golpe se convirtió en un segundo intento de valentía y resolución. Mis piernas se levantaron y coágulos de sangre en mi ropa pintaron un cuadro de muerte.
los aldeanos habían perdido toda esperanza, lo entendían bastante bien ellos no tenían las habilidades para solucionar tal percance. estaban perdidos en las palabras mientras veían a algunos de sus conocidos siendo asesinados sin esperanza de salvación; algunos llorando y gritando, mientras que otros pasmados con desesperanza.
Cuando un adolescente fornido estaba en las últimas y el soldado de la caballería estaba a punto de matarlo, un agujero apareció en su pecho, dejando a la vista una mano recubierta de sus sangre. Se pudo ver la incredulidad en sus ojos, no podía entender lo que acababa de ocurrir, el no debio de haber sido asesinado, pero aqui su cuerpo fue cayendo en el duro suelo.
"Así que seguías vivo mocoso, pues morirás de todas maneras a pesar de que sobrevivieras con mucha suerte,jajaja"
La persona que lo había dejado medio inconsciente, estaba en el suelo quieto mirando el espectaculo, pero al descubir a un liang chen todavía vivo su deseo salvaje de pelear surgió sin dudar.
Cuando liang chen vio su cuerpo preparándose para mover, utilice su visión energética. Con esta detecto un a onda en los movimiento de esa onda específica de energía, prediciendo sus movimientos y escapando del ataque antes de su llegado.
"Gente, despierten ¡Salgan de aquí yo me encargare!"
Tras decir esas palabras los aldeanos reaccionario, la duda se pudo ver pero no hubo excepción todos se alejaron, creyendo que este ser ensangrentado que no reconocían quien los estaba salvando. Al verlos alejarse liang chen corrio en direccion de los soldados matando de uno en uno, escapando del ser aterrador que lo seguía persiguiendo con todo lo que podía; aprovechando el tiempo que ganaba al asesinar a aquellos que se interponian en su camino.
Puede que jamas haya matado y no padezca de las consecuencas que normalmente se dan para acabar con un vida, pero no fue que tuvier tendencias psicópatas, la adrenalina de la situación lo empujó a estos límites. Añadiendo a eso la tarjeta púrpura, como ignorando todo el caos en los alrededores enviaba con calma energía de la mayor calidad a su cerebro, dándole suficiente claridad para tomar decisiones con rapidez.
"Hijo de perras, no huyas mas, de lo contrario te desmembrare paso por paso en vez de darte una muerte rápida e indolora"
Ese que los soldados llamaban jefe estaba con las emociones agitadas. Era una obviedad, si miras a todos morir y no puede hacer nada la frustración crecerá en ti. Eso ayudando a liang chen a reducir la complejidad de sus acciones.
En estos momentos su cuerpo estaba lleno de heridas y contusiones, la pelea con esta cantidad de gente entrenada no fue nada fácil. Más aun si un toro loco te perseguía con vehemencia, sin dejar espacio para respirar. Pero fue una suerte con la constante absorción de energía de la tarjeta sus movimientos no redujeron en agilidad o velocidad.
Mientras la luna iluminaba la aldea, esta estaba en un estupor. Los solados caían de uno en uno para después ser desgarrado con pasión, fue un ciclo ininterrumpido que dejó a la una vez pacífica aldea un aire de matanza.
"Soldado deja de pelear, yo me encargare tu ve por los otros"
"si señor"
Mientras el soldado se alejaba, la sonrisa de la "bestia" fue en aumento así como su velocidad. Liang chen al ver al soldado alejándose de su ubicación, negándole la oportunidad de acabar con el peligro que acechaba a la aldea bai, solo pudo corre en otra dirección. Aunque su cuerpo podía continuar su mente no. Añadiendo el hecho de que moriría con rapidez si se quedaba, solo podía pedir ayuda a los cielos para que sus seres queridos sobrevivieran.
**********
El soldado de nombre leng tu, se fue en dirección en la que huyeron los aldeanos sus pasos contundentes y veloces sin dejar espacio para respirar.
Mientras mas avanzaba, pudo ver en la lejanía un grupo de personas con vestimentas algo sucias que corrían con rapidez; nada comparado con un practicante marcial, dándole la oportunidad de vislumbrar sus acciones y atraparlos.
Los aldeanos estaban muy asustados cuando se dieron cuenta de que alguien los perseguía, pero viendo que no podrían escapar, tomaron una decisión. Era pelear o morir, tan simple como esa oración, puede que no sobrevivan muchos pero tenían que hacerlo.
En eso la familia liang vio todo eso. Se puede decir que estaban muy preocupados por su hijo, no querían ver que muriera, la angustia era predominante. Pero viendo la situacion sabian que no podian ayudar, tuvieron que apretar los dientes y correr; ahora ya no siendo una opción.
"Ustedes sigan... yo me quedaré"
El señor liang hablo con toda la fuerza que pudo, estaba asustado pero por su familia debía correr riesgos.
"Cariño...."
"Detente, ya he tomado una decisión. Los salvaré, mi hijo fue capaz de dar un paso hacia adelante ¿Como podria yo, su padre, no hacerlo?"
Antes de que la señora liang siguiera discutiendo en esta situación apremiante una mano la agarró con fuerza, mirando hacia tras de ella un joven con ojos llorosos estaba diciéndole con la cabeza que huyeron. La señora liang al verlo y mirar a su bebé en los brazos de la joven, tomó su decisión con firmeza pero a la vez con gran tristeza.
"si..."
Los jovenes y viejos cona algunas mujeres se fueron con rapidez mientras que los hombres se quedaron mirando con fuerza a su enemigo.
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