JUEVES
—¡Buenos días! Penny bajó corriendo las escaleras, alcanzando a Atlas en el sofá mientras Hugo entraba por la puerta principal.
Por la vestimenta casual de Atlas, no parecía tener planes para el día. En cuanto a Hugo, que estaba empapado en sudor, sabía que acababa de terminar su entrenamiento matutino.
—¿Te vas? —preguntó Atlas, su primera pregunta—. ¿No tienes jet lag?
—Bueno —Penny se aclaró la garganta y se sentó a su lado—, voy a encontrarme con Nina.
Las cejas de Atlas se alzaron al asentir. —¿Por qué no la invitas aquí?
—Nina es una mujer ocupada, no solo tú, Primer Hermano —ella apoyó su lado contra su hombro—. Será rápido.
Tan pronto como dijo esas palabras, Penny saltó del sofá y se alejó. Le lanzó a Hugo una amplia sonrisa al pasar por su lado. Cuando llegó a la puerta, miró hacia atrás y dijo,