Chapitre 36: Capítulo 35 - Un día tranquilo
Aegon no era ningún tonto y sabía muy bien lo que Gwen pretendía, pero podía ver como la chica estaba nerviosa. Probablemente esto no había sido más que una decisión apresurada y aun no se sentía realmente lista.
Decidiendo que era su deber guiarla hasta la habitación y abrirle las puertas a los placeres que aún no conocía Aegon cargó a Gwen como una princesa y la llevó para la habitación donde con tiernas carisias fue haciendo que la chica se relajara y sin Gwen darse cuenta en qué momento ocurrió, se encontraba desnuda sobre la cama de Aegon y un intimidante monstruo se levantaba delante de ella haciéndola tragar saliva.
Horas más tarde Gwen respiraba con dificultad y estaba completamente sudada, apenas podía mover las piernas y ahora que la excitación había pasado comenzaba a sentir lo débil que se sentía en ese momento.
Ahora entendía que compartir a Aegon no era un sacrificio que tenía que hacer para poder estar a su lado. Compartirlo era una necesidad para ella no terminar minusválida y él quedar satisfecho.
"¿Fue como esperabas?" Le preguntó mientras comenzaba a besarla por el cuello asustándola de que quisiera volver a hacerlo.
Gwen comenzó a acariciar su cabello mientras disfrutaba de la sensación y le dijo. "Creo que fue mejor. Necesitaré un buen descanso para poder salir esta noche, recuerda que esta fue mi primera vez."
"Descuida sé que estas agotada, no soy un salvaje." Aegon iba a decirle que podían quedarse durmiendo por un rato, pero en ese momento vio una llamada perdida en su smartphone. Cuando miró de quien era la llamada vio el nombre de Alyssa.
"Quédate aquí y descansa, más tarde te das un baño. Deberías llamar a Liz y que te compre algo de tu talla para esta noche. Ahora tengo algo que atender, estaré en el comedor." Le dio un beso y se retiró de la habitación, no sería bueno si Gwen lo escuchara hablando con Alyssa.
Alyssa no se demoró nada en contestar el teléfono. "Comenzaba a pensar que ya no te interesaba la información que me habías pedido."
"No seas así mi vampiresa, estaba muy ocupado con unos negocios muy importantes que no escuché el teléfono. Y aunque todavía me interesa la información, lo más importante es escuchar tu voz de nuevo."
"Intentando ser seductor, esas palabras bonitas no funcionan conmigo no soy una de esas niñitas con las que andas."
"Ok, que tal esto, la próxima vez que nos veamos voy a follarte hasta que pierdas el sentido."
Aegon se quedó esperando que Alyssa le contestara, pero la vampira se había quedado en silencio. "¿Alyssa, aun estás ahí?"
"Si, si, lo siento, es solo que estaba pensando que tal vez era un buen momento para visitar New York otra vez, pero aún estoy algo complicada así que el viaje tendrá que esperar un poco más."
"Espero con ansias entonces. Por cierto ¿dónde está Ananastacia?"
"Está atendiendo algunos asuntos, pero no puedo hablar de ello."
"Entiendo." Respondió Aegon pensando que a él le importaba un carajo lo que hicieran así que no tenían por qué darle explicaciones.
"Si no te importa que te pregunte. ¿Por qué quieres saber el paradero de Frost?"
"¿Eso? Solo quiero hacerle un favor a Blade. Son algo así como los mayores enemigos y le he dicho que lo ayudaría a eliminarlo, a cambio, Blade no les hará ningún daño a ti y Ananastasia, pero tienen que comportarse. Justo como habíamos hablado."
"¿Lo habíamos hablado? ¿Cuándo?" Alyssa no recordaba nada por el estilo.
"En el VIP del club en Rusia. ¿Acaso tomaste tanto?"
"¡Claro que no!" Alyssa hizo una pausa. "Bueno tal vez un poco, pero mi memoria sobre esa noche es bastante clara, recuerdo… mejor cambiemos de tema que comienzo a mojarme."
"Jajajaja, tranquila saciaré todos tus deseos la próxima vez."
"Así espero que sea, ahora pon atención, esta es la dirección de donde se esconde Frost." Alyssa comenzó a decirle donde se escondía Frost. "Oh casi lo olvido, hazme un favor, hazle sufrir bastante antes de matar a ese desgraciado."
"¿Te lastimó de alguna forma?" El tono serio con el que había hablado Aegon que no era común oír en él hizo que Alyssa sintiera algo en su interior que ya casi había olvidado.
"Solo me arruinó algunos negocios. Gracias por la preocupación."
Ambos estuvieron conversando por un largo rato, lo suficiente como para que Ananastasia terminara lo que había estado haciendo y regresara a la residencia donde se estaban quedando ambas y se uniera a la conversación.
Cuando Gwen se despertó habían pasado unas 3 horas y ya se encontraba en mucho mejor estado, aunque aún sentía algo de incomodidad en sus partes íntimas. No queriendo tentar su suerte decidió meterse al baño sola sin avisarle a Aegon.
Después de darse un baño llamó a Liz para saber si le había comprado un vestido para esta noche. Su amiga rubia le respondió enviándole una foto de un precioso vestido color púrpura.
Habiendo olvidado ser precavida salió de la habitación solo envuelta en una toalla. Solo tener puesta una toalla casi resulta fatal y estuvo en riesgo de no poder caminar durante toda la noche, pero Aegon terminó siendo compasivo y solo le dio instrucciones para que fuera capaz de brindarle un placentero sexo oral.
Gwen dio gracias a su suerte porque solo unos segundos después de que terminaran, las demás chicas llegaron al apartamento. Comenzaron a conversar entre todos y acordaron que estarían yendo al cine e invitarían al resto de sus amigos pues hacía tiempo que no compartían tiempo todos juntos.
Las chicas incluso decidieron invitar a Rogue y cuando la llamaron resultó que el resto de los X-Men que estaban en Francia habían regresado por lo que Ororo terminó sumándose y para sorpresa de Aegon, Jean y Bobby venían con ella.
Todos se reunieron en la entrada del cine y la noche estaba llena de sorpresas pues Harry traía una chica consigo. La acompañante de Harry se presentó como Lily Hollister, su nombre no le sonaba a Aegon para nada, pero admitió que estaba bastante deseable, claro que él todavía tenía sus límites, esto era solo una observación.
Bobby era conocido por las chicas de Aegon y rápido les contó que estaba aburrido en la academia cuando escuchó a las chicas hablar sobre ir a ver una película al cine así que se les unió.
Algunos de los otros chicos se interesaron, pero cuando oyeron que era prácticamente una cita con Aegon desistieron de la idea. Scott parecía que iba a explotar en cualquier momento cuando vio a Jean irse con Ororo y Rogue.
La noche fue divertida para variar un poco. Harry intentaba impresionar a Lily, Peter y Cindy cabeceaban de vez en cuando, realmente la falta de sueño estaba causándole problemas.
Ned estuvo sudando durante la noche al ver lo apegado que se había vuelto Bobby a él. Lo que sucedía era que Aegon le había dicho que Bobby era gay y Ned era su tipo, de más estar decir que Ned no pudo relajarse en toda la noche y Aegon apenas podía sostener la risa.
Aegon por su lado estaba disfrutando la noche, no por la película la cual al final ni siquiera recordaba. No, él estaba disfrutando de pasar el tiempo con sus novias. La manera en la que se habían distribuido en la fila era Rogue en el extremo izquierdo seguida de Aegon así solo tendría contacto con él, luego venían Ororo, Jean, MJ, Jessica, Gwen, Liz y Felicia. Las últimas 5 estaban hablando sobre la experiencia de Gwen con Aegon, mientras este manoseaba a Rogue y Ororo.
Jean no se sentía para nada a gusto con lo que ocurría a su alrededor y aunque sabía que violaba la privacidad de sus amigas, cuando escuchó algunos susurros de lo que contaba Gwen no pudo evitar darle una miradita a la memoria de Gwen. Esa noche Jean comenzaría a tener ciertas fantasías.
Cuando la película se terminó y todos comenzaron a retornar a casa. Harry que tenía un auto esperándolo y llevó a Lily a su casa. Peter y Cindy acompañaron a Ned. Rogue, Jean y Bobby regresaron juntos a la academia, Ororo se estaría quedando a dormir con Aegon.
Cuando solo quedaron Aegon, Ororo, MJ, Jessica, Gwen, Liz y Felicia, Aegon creó 5 clones sorprendiendo a todas y les dijo que cada clon las acompañaría a casa y estaría hablando con los padres de cada una como ya habían acordado que harían en algún momento y este era tan bueno como cualquiera. Por el camino los clones les contarían sobre la habilidad y dejarían en claro que el sexo estaba fuera de cuestión.
Sin saberlo Aegon había aterrorizado a las chicas con los clones, pero se calmaron cuando escucharon que el sexo estaba fuera de cuestión. Era difícil lidiar con uno, morirían si eran atacadas por varios.
Cada clon cargó a una chica como princesa después de haber utilizado el Bakudo # 26 Kyokko (esconde al usuario de la vista del enemigo, probablemente dispersando la luz) y se marcharon usando shunpos. Ahora solo quedaba Aegon y Ororo quienes regresaron al apartamento caminando tomados de las manos como una pareja normal.
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