Dos guardias se llevaron a los cuatro terrícolas. Durante todo el tiempo, los guardias permanecieron en silencio sin intercambiar ni una sola mirada. El silencio y la falta de interacción parecían extraños, provocando sospecha en de Yao Si.
Los guardias llevaron a los cuatro terrícolas a una habitación un poco más grande que la que tenían antes. Estaba llena de varios equipos, y también había más guardias, así como varias personas vestidas de blanco.
El corazón de Yao Si se hundió. Se sintió como si hubiera regresado a la base de investigación. Frente a ella, había el mismo equipo no identificable y los investigadores similares vestidos de blanco.
—Por fin han vuelto. —En cuanto entraron los terrícolas, uno de los hombres vestidos de blanco que parecía ser el líder, se adelantó para darles la bienvenida.
—¿Qué pasa? —El hombre miró más de cerca a los cuatro terrícolas, pero en vez de dirigirse directo a ellos, se volvió hacia los guardias.