—Cuando Ella preguntó quién llamaba, no pude ocultar mi sonrisa y respondí —Andrés.
Esperaba que tuviera más preguntas, considerando que nunca le había hablado sobre Andrew Blake. No es que Andrew y yo pasáramos mucho tiempo juntos, en primer lugar, pero aún así.
Podía decir que le gustaba. No sabía si era profesional o no, pero me encantaba lo directo que era al trabajar y lo rápido.
Descolgué la llamada, mi corazón se alivió al ver el identificador de llamadas —¿Andrés?
—Zara, me alegra haberte localizado. Quería saber cómo estabas después de escuchar lo que pasó. ¿Estás bien? —preguntó él.
Mi sonrisa se amplió por su preocupación —Sí, en proceso. Gracias. ¿Cómo te enteraste? —respondí.
—Hablé con alguien sobre el problema de tu padre con Iván. Mencionó que Nieve había intervenido para manejar los problemas con la empresa de tu familia, y tu hermano me puso al día sobre el resto. Solo me alivia saber que estás a salvo —su voz era firme, cálida.