Al ver que Talia se calmaba, Axel extendió su mano hacia Talia, con la palma hacia arriba.
—Primero, quiero sostener tu mano —indicó Axel.
Talia se sintió tonta sosteniendo su mano así, pero no duró mucho.
—¿Y ahora qué? —preguntó ella.
—Escribe tu comida favorita —indicó Axel—. Luego escribe lo que haces primero en la mañana. ¿Cuál es tu canción favorita?...
Talia terminó de escribir el quinto ítem y preguntó:
—¿Debo mostrarte esto?
—No. Pero quiero que lo sigas mientras hablo —explicó Axel—. Tu comida favorita es chocolate oscuro. Lo primero que haces en la mañana es inhalar el olor del bosque…
Las cejas de Talia se alzaban con incredulidad mientras Axel acertaba todo como si pudiera leer las respuestas que estaban en el bloc de notas que ella escondía de su mirada.
Axel la miró con complacencia.
—¿Acerté?
Talia giró el bloc de notas para que él viera sus respuestas.