—¿Era Fu Hua? ¿Está enojado? —preguntó el mánager de Feng Alix.
Dejando su teléfono en la mesa, Feng Alix respondió, —Creo que está enojado, pero se calmará después de un rato, y después de que lo consuele.
—¿Por qué no le explicas las cosas y hasta podrías visitarlo y regresar antes de tu próximo rodaje publicitario? —sugirió su mánager.
—No, no puedo. No estoy lista para enfrentar lo que quiera que él tenga planeado para nosotros al volver al país. —Feng Alix rechazó la idea de inmediato.
—¿Qué tipo de planes son esos?
—Quiere que nos casemos antes de fin de año. Yo aún no quiero casarme, así que intentaré retrasar esto tanto como pueda. —respondió Feng Alix mientras cruzaba las piernas.
—¿Qué?! El señor Fu ya tiene planes tan grandes de establecerse contigo, entonces ¿por qué no aprovechas la oportunidad y los sueños de toda mujer?! —preguntó el mánager sorprendido.