El sentido divino de Ji Ning era omnipresente y abarcador. Cada mota de polvo dentro del Realverso del Dragón Llama era claramente visible para la mirada de Ning. Nada podía escapar de él.
—Ah, ¿el Sithe se rindió? —dijo Ning.
Pudo escanear rápidamente todos los Emperadores y Señores Dao en todo el Realverso del Dragón Llama y notó que los únicos presentes eran los que él conocía. A Ning le preocupaba que los Sithe usaran sus técnicas para disfrazarse como individuos con los que estaba familiarizado, por lo que revisó el karma para asegurarse de estar en lo correcto.
—Parece que Autarca Piedradedominio los asustó cuando capturó a todos sus espías —dijo Ning y sonrió.