Tan frío.
Yvette se sentía como si hubiera caído en una cueva de hielo, y todo su cuerpo temblaba.
Memorias del pasado flasheaban en su mente.
—Este es el acuerdo de divorcio. No te pongas difícil. Yazmin está en condición crítica. Sé buena. ¿Por qué eres tan malvada? No uses trucos infantiles... —Esas palabras eran como cuchillos que apuñalaban el corazón de Yvette!
Su frente estaba húmeda de sudor, y ella se encogió de dolor.
Finalmente, en la luz del fuego, vio a Lance sosteniendo a otra mujer, y gritó desesperada.
—Lance, salva... salva a nuestro hijo... —Todos los dolorosos recuerdos inundaron la mente de Yvette, y ella se sintió abrumada.
Yazmin aprovechó la oportunidad.
La aguja delgada y larga destellaba con una luz aguda y se dirigió directo al cuello de Yvette.
Los oscuros ojos de Lance de repente se abrieron de par en par, y justo cuando estaba a punto de reaccionar, escuchó un grito.
—¡Ah! —Yvette de repente gritó de dolor.
El corazón de Lance tembló.