Lance estaba enfadado por sus palabras cuando la besó por primera vez.
Simplemente quería bloquearle la boca.
Sin embargo, cambió de opinión en el momento en que sus labios alcanzaron los de ella.
Su cuerpo le decía cuánto la extrañaba.
Sintió la necesidad de poseer todo su cuerpo, que era tan dulce y suave.
Yvette luchaba con fuerza, pero sus palmas estaban presionadas por él y no podía moverse.
Solo podía inclinar la cabeza para evitar sus cálidos labios. Aun así, Lance extendió la mano y le pellizcó la barbilla. Continuó besándola sin piedad. Besó sus labios y su barbilla, y bajaba más y más.
Finalmente, cayeron juntos en el asiento trasero del coche.
—¡Lance! —La expresión de Yvette era muy sombría.
Sin embargo, fue ignorada. Él se arriesgó y extendió la mano para jalar su abrigo que estaba en medio.
Sin embargo, sus movimientos liberaron las manos de Yvette. Ella extendió la mano y le dio una fuerte bofetada en la cara.