Chapitre 114: Una estrella caída (2)

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—¿Hay algo que necesitas? —preguntó, sin molestarse en saludar.

—Hola, Addie —escuchó la voz divertida de Lennox al otro lado de la línea—. Sigues siendo la misma de siempre. Si no accedo a casarme contigo, dudo que puedas convencer a otro hombre que esté dispuesto.

—¿Es así? —preguntó ella en respuesta, cerrando el libro, olvidando completamente lo que acababa de leer.

—Lo siento, fue una mala broma —la voz de Lennox cambió de inmediato—. Sería un honor tenerte como mi esposa.

Entonces Adrienne lo escuchó murmurar: "¿Estás satisfecha ahora, mamá?"

No pudo evitar que una sonrisa se extendiera en sus labios. —No tienes que decir esas mentiras a tu madre, Len. Entonces, ¿a qué debo que me hayas llamado de repente?

—¿No puedo llamar a mi prometida sin motivo? —dijo Lennox en su defensa—. Me enteré por Gavin que invertiste una cantidad importante en Huayi. Addie, ¿estás segura de esto?

—Tengo fe en mi futuro esposo. Si esta empresa falla, ¿a quién voy a culpar sino a ti?