Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 94
(Día 120, faltan 30 días para el torneo.)
Estoy parado frente a Sinka. Mis compañeros están detrás de mí, observando.
Debo terminar con esto rápido.
Le estoy acariciando la cabeza con mi mano izquierda.
Estamos en el enorme jardín de su castillo... Huele bien... Me relaja el olor.
Estoy usando la ropa que me regaló Desmolfer... Es demasiado cómoda y me muevo con más facilidad.
—Magia de maldición... Eliminación.- Digo con una expresión seria.
Me crece un pequeño cuerno negro en mi frente.
Mi mano y mi brazo es rodeado por marcas de color negro, las marcas tienen forma de rayo.
Aprendí a eliminar maldiciones... Logré eliminar la maldición de Nirfa... Y también podré eliminar la maldición de Sinka.
El cuerpo de Sinka es rodeado por un material negro y quito mi mano de su cabeza.
—Funcionó.
El cuerpo de Sinka está cambiando de forma.
... Ah... Apuesto a que será la princesa cliché hermosa.
El material desaparece y Sinka se convirtió en una chica muy hermosa, como de 15 años, con el cabello blanco y corto, ojos rojos, es plana y está desnuda... He conocido a muchas chicas con el cabello blanco y ojos rojos... ¿El cabello blanco en este mundo es como el cabello negro en mi mundo?
... Está desnuda... Pero... no me siento tímido... Supongo que ya no me importa.
Sinka observa sus brazos y comienza a llorar.
—¡S-soy normal! ¡Soy normal!
Ah... Comenzará la escena cliché conmovedora... No tengo tiempo para esto.
Los cambios que sufrí desaparecen y me alejo de ella.
—Ponte ropa, adiós.
Sinka me abraza por la espalda.
—¡Gracias, gracias, muchas gracias!
—...
Ah... No quiero que se enamore de mí. No quiero perder el tiempo con una chica que no me sirve para nada.
No necesito conexiones con la realeza.
No necesito relacionarme con una princesa.
... Y no quiero relacionarme con más personas... No quiero que se repita lo que pasó con Daniela y las demás.
—De nada... Adiós... Y aléjate de mí.- Digo con un tono serio.
—¿Eh?
Sinka se aleja de mí confundida y mi abuela se acerca a ella.
—Perdona a mi nieto... Él tiene la estúpida idea de que, si no se encariña con nadie, no sufrirá más.
—Escuché lo que pasó... Lo siento.
—No te preocupes... Nos retiramos, fue un gusto conocerte.- Dijo mi abuela sonriendo.
No necesito más amigos... No quiero poner en peligro a más personas.
•
•
(Minutos después.)
Estoy jalando un carruaje con un hilo mágico rosa que está amarrado en mi dedo índice derecho.
No quiero molestar a Treis, sus esposas ya tuvieron a sus bebés. No quiero molestarlo por un tiempo.
Nirfa está caminando a mi lado y mis compañeros están adentro del carruaje... Sandro está hablando mucho con Sonia... Hacen una bonita pareja... Espero que Sonia se enamore de él y deje de acosarme.
Rei está en mi espalda.
—Vaya, vaya... Mañana será un día especial.
... Ah... Tenía la esperanza de que Nirfa fuera una niña pequeña, pero... Supongo que no hay nada que pueda hacer.
Nirfa me dijo que mañana es su cumpleaños... Y me dijo su edad real.
—Mañana es tu cumpleaños, Nirfa. ¿Qué vas a querer?- Digo sonriendo.
—¡Lo que sea, por favor!- Dijo Nirfa sonriendo.
—Cumplirás 20 años... Realmente los Elfos envejecen lentamente... Te compraré... Te compraré un vestido... O tal vez una mascota... Lo pensaré.
Una enorme águila, del tamaño de una casa de una planta, vuela sobre nosotros.
Nunca aprenderán... Solo mi madre es capaz de pelear conmigo. No sigan enviando demonios de relleno.
—Otra vez... No se rinden.
El hilo desaparece.
Tomo a Rei con mi mano derecha y doy un gran salto.
Veo al águila a los ojos.
—¿No se cansan?
Aterrizo sobre su espalda... Sus plumas son suaves.
—Sé que estás aquí.
Me hago a un lado, esquivando un ataque, y uso a Rei para golpear algo invisible.
El cuerpo de un demonio se vuelve visible. Un demonio invisible intentó atacarme usando su puño derecho.
Le atravesé el pecho con Rei.
—Fácil.
Pongo mi mano izquierda en su rostro.
—Robar... Listo.
Quito a Rei de su pecho y el cuerpo del demonio cae sobre la espalda del águila.
—Robé su alma.- Digo sonriendo.
Salto y me alejo de ahí rápidamente.
Aterrizo frente al carruaje... Un aterrizaje de superhéroe... Me dolió... Aunque puedo soportarlo.
Tres demonios están flotando frente al carruaje. Son tres chicas con cuernos.
Cadenas que flotan en el aire las tienen atrapadas.
Tienen cadenas rosas en sus brazos y piernas... Mi magia defensiva funciona muy bien.
—Vaya, vaya. ¿Intentaron atacar a mis compañeros?
Me acerco a ellas y sonrío diabólicamente.
—Nunca aprenden.
Pongo a Rei sobre el cuello de una de ellas.
—Nirfa, entra al carruaje, no quieres ver esto.
Nirfa entra al carruaje y las demonios me ven con miedo.
Están temblando de miedo.
Eso es satisfactorio de ver.
—Supongo que saben lo que les haré.
—¡P-perdónanos, por favor, Solmar nos obligó!- Dijo una de las demonios llorando.
—No me importa.
•
•
(Godfer.)
Desmolfer está bailando sobre la mesa de un bar. Dios y Maisha están sentados en la mesa, observando con pena ajena a Desmolfer.
—¡Daniel se volvió malvado, ahora será todo mío!- Dijo Desmolfer.
—Sigue siendo bueno.- Dijo Maisha.
—Sé que a los malvados les atraes, pero no creo que Daniel se enamore de ti.- Dijo Dios.
—¡Claro que lo hará!