La repentina muerte de la mujer en prisión solo añadió más complicaciones al caso ya desconcertante y enigmático.
Entre la gente se esparcieron rumores, algunos decían que la familia había sido reclamada por espíritus malignos, otros sugerían que el Feng Shui de la familia era el culpable y algunos sospechaban que la familia había estado escondiendo algo mortífero...
De cualquier modo, este caso se convirtió en tema de conversación para muchos y a dondequiera que uno fuera, había menciones del mismo. Mientras tanto, los residentes que vivían cerca sentían un miedo creciente, con algunos incapaces de soportarlo y reubicando a sus familias, otros invitando a monjes y a sacerdotes a realizar rituales, todo con la esperanza de asegurar la paz en casa.