Maxwell tomó uno de los dos carruajes que tenían los Griffin. De camino hacia su trabajo pasó por la biblioteca donde consultó con la bibliotecaria sobre libros de la historia del imperio, historia del piano y la moda en brenor.
Recibió algunas miradas extrañas de su parte, pero logro conseguir 5 libros que tomó prestado. Ahora que era caballero contaba con ciertos privilegios con los que se incluía el préstamo de libros de la biblioteca.
En el camino comenzó a leer lo que le interesaba más, que era la historia del piano. Para su sorpresa, la invención del piano fue muy reciente, con solo 26 años de antigüedad.
Su inventor fue alguien que maxwell no se esperó: el actual emperador de Lester... Gladius von Lester.
El libro incluso mostraba páginas completas de partituras de la música que el hombre "inventó"
Canon en re mayor
Preludio n.º 1 en do mayor
PSonata en do mayor
Eine Kleine Nachtmusik - Serenata n.º 13
Sonata para piano n.º 14 (Claro de luna)
Maxwell casi escupió sobre el libro cuando esté hablaba de forma tan admirable y lo llamaban un genio por la creación del piano y estás tremendas obras musicales.
¡¡Esto es plagio!!
El hombre solo había plagiado los éxitos de músicos como: Johann Pachelbel,
Wolfgang Amadeus Mozart y
Ludwig van Beethoven.
Gladius fue tan descarado como para al nacer su primera hija colocarle el nombre de Elisa y "componerle" una partitura llamada: para Elisa.
Otra de las obras de Beethoven y una de las más conocidas por la gente en particular.
Fiuuuuuuu
Maxwell tomó profundas respiraciones y la soltó tratando de tranquilizarse. Nadie en este mundo conocía estás personas así que tampoco podía llamarse plagio directamente. Además el que pudiera escribir tales partituras significa que el hombre era un amante de la música clásica.
Después de todo muchos han escuchado estás canciones pero solo aquellos que han practicado tocarlas día y noche son lo que pueden aprender esas partituras y volver a escribirlas como si nada.
Incluso maxwell no podía escribir esas partituras, podía recordar unas pequeñas partes pero no todas.
Con solo leer la historia del piano, maxwell estaba casi seguro que gladius era un transmigrador como él. Pero aún así decidió leer el libro de la moda en brenor, los resultados fueron como espero y gladius fue el impulsor de esta moda tan moderna.
Es un hecho: el emperador era un transmigrador.
Ahora la pregunta es: ¿amigo o enemigo?
Cuando maxwell iba a tomar el libro que hablaba sobre la historia del imperio el cochero tocó su puerta.
"Ya llegamos sir."
"¿Ya?" Maxwell se sorprendió de lo rápido que llegaron a su destino. El camino desde el distrito noble hasta el subdistrito 5 era de 2 horas.
"Si señor."
"¿Tomaste alguna clase de atajo?"
"no señor."
"¡¡Vaya!!" Maxwell tomó uno de los libros y sonrió. "Es verdad que el tiempo vuela cuando te diviertes."
Al levantar la cabeza maxwell observó un gran edificio en el que entraban y salían guardias con uniformes rojos. Llevaban una lanza y casco, además de eso no tenían otra defensa.
Al subir escaleras de la entrada, los guardias se percataron de su presencia y se inclinaron en su dirección con respeto.
Muchos de los hombres temblaban de miedo y pavor, con sudor por toda su cara y respiraciones aceleradas.
Maxwell no estaba acostumbrado a ser tratado con tanto respeto y temor. De hecho, poco o ningún trato había tenido hasta ahora con un plebeyo en este mundo.
Había tratado con mayordomos, sirvientas y sus propios hombres de la caravana pero ninguno mostró esta clase de respeto. Era respetado por su posición y nacimiento noble, pero ahora solo había puro miedo.
Asintiendo con la cabeza maxwell entró en el edificio. Adentro se encontró con muchos otros guardias que pararon todo lo que estaban haciendo para saludarlo.
Preguntándole a uno de estos hombres descubrió que lo estaban esperando en el quinto piso.
En un minuto estuvo en frente de la puerta que no se digno a tocar, solamente la habría como si de su casa se tratase.
La habitación estaba un poco oscura pero maxwell logró vislumbrar a decenas de caballeros sentados a lo largo de los costados de la habitación, con su misma vestimenta sentados de diferente forma. En la parte final de la habitación se encontraba un hombre mayor de unos 60 años canoso con una barba frondosa blanca y con un uniforme un poco diferente con acabados dorados en lugar de los grises de los demás.
Maxwell camino bajo la atenta vista de los caballeros de los lados mientras se dirigía al hombre al final de la habitación. La atmósfera de la habitación era muy tensa con varios caballeros que lo veían con una sonrisa maliciosa y otros con ojos fríos.
Cuando maxwell llegó en frente del hombre todo siguió en completo silencio, incluso maxwell comenzó a sentirse incómodo en esta situación.
"¿Vas hablar o no?" Preguntó.
"¡¡¡¡Silencio!!!!" El viejo caballero se levantó se su silla y caminó.
Bajando los escalones llegó en frente de maxwell y lo miró desde arriba con frialdad.
"El caballero más joven del imperio, caballero de la destrucción. ¿Crees que eso títulos te dan el derecho a comportarte como quieras?"
"¿Perdón?" Maxwell estaba confundido y no sabía el porque de la reprimenda.
"Llegas más de media hora tarde a nuestra reunión." El caballero mayor afirmó con una mirada estoica.
Comprendiendo un poco más la situación maxwell asintió.
"Lo siento por llegar tarde señor, era mi primera vez y no tenía idea de cuánto tiempo tomaría el viaje desde mi hogar."
"Cada uno de estos caballeros está a cargo de una zona en el subdistrito 5. todos mayores que tú y sin dudas varios más poderosos que tú. Pero todos llegaron a la reunión a la hora acordada." El caballero se dió media vuelta se volvió a sentar. "Ten eso en mente la próxima vez que pienses en llegar tarde."
"Maxwell magnar de ahora en adelante serás asignado a la zona 23 del subdistrito 5. Tus deberes como caballero son regir como ente regulador de la paz, la seguridad y el cobro de impuestos. Cada mes deberás cumplir con una cuota establecida por el emperador, si no puedes el restante será reducido de tu pago. ¿Entendido?"
Maxwell asintió.
"Mi nombre en Alastor kjord y servirás bajo mi mando. Me rendiras cuentas a mi y obedeceras mis órdenes." El viejo caballero lo miro con condescendencia con su barbilla apoyada en su mano. "¿Entendido Caballero maxwell?"
Maxwell sintió cosquillas en sus manos al sentir la arrogante actitud del hombre y tocó la espada que llevaba en su cintura.
Pero al mismo tiempo que lo hizo, los demás caballeros se levantaron y tomaron la espada en sus cinturones también.
Sintiendo la tensa atmósfera, maxwell asintió con la cabeza y sin dejar de tocar su espada salió lentamente del salón mirando con especial atención a cada uno de los caballeros que lo rodeaban.
Habían alrededor de 30 caballeros que lo observaban atentamente, además del viejo caballero. No era lo suficientemente loco para empezar una pelea con los s números tan en contra, pero tampoco podía mostrar una débil actitud. Eso les haría pensar que era presa fácil para ser intimidado.
Hasta ahora maxwell solo se había enfrentado a dos caballeros y en los dos enfrentamientos había perdido. Sabía que muy probablemente estos caballeros eran más débiles, pero también eran muchos más.
La última vez que se enfrentó a un grupo de caballeros casi muere y eso era con un grupo mucho más pequeño y débil.
además, los caballeros que aún seguían vivo después de esa noche, podían contarse como la elite con los más débiles muriendo en la refriega.
Al salir del edificio maxwell se subió en el carruaje y le pidió a su conductor que lo llevará a la zona 23.
++++++
faltan 24
Al ver la figura de maxwell al salir del edificio Alastor suspiro con un ceño fruncido.
"¡Ese niño va a ser un problema!" Entonó uno de las caballeros de abajo.
"¿Que problema puede ser? ¡es solo un niño!"
"Es precisamente por eso. No sabe las reglas no escritas y tiene la imprudencia de un niño."
"¿Crees que se meta en dónde no debe?"
"Es muy probable."
Alastor se masajeo la frente exasperado.
"No importa que tan imprudente sea, lo pondremos en su lugar." Declaró a la vez que daba por terminada la reunión.
++++++++++
"¿Así que este es mi lugar de trabajo?" Maxwell se encontró mirando a una sencilla casa de madera, un poco amplia pero al fin y al cabo sencilla.
En la parte superior de la fachada se encontraba un letrero de madera con la palabra caballería escrita en él.
Estos lugares funcionaban como estaciones de policía en su mundo anterior y el ahora era algo parecido a un alguacil de un pequeño pueblo olvidado.
Por lo que aprendió de su cochero la zona 23 contaba con muchas familias, con un estimado de 5000 habitantes en la zona.
Cuando maxwell pensó en abrir la puerta de la casa, está se abrió por si misma de dónde salió una mujer.
A mediados de los 20 años, cabello castaño largo y piel clara. Se podía decir que era un poco guapa pero no demasiado.
La mujer lo miro extrañada por unos segundos pero al percatarse de su uniforme se inclinó de inmediato.
Aunque maxwell era tan alto como un chico de 15 años, su rostro delataba su verdadera edad.
"Bienvenido señor."
"¿Tu eres?"
"Soy Mary señor."
"¿Que haces aquí Mary?" Preguntó maxwell.
"Trabajo aquí como secretaria señor."
"¡Oh! ¿Sabes leer y escribir?" Preguntó maxwell sorprendido.
No había algo como escuelas en este mundo dónde los plebeyos pudieran Aprender, por eso era que los mayordomos y sirvientas eran fundamentales diferentes a otros plebeyos. Desde pequeños eran criados y enseñados para poder cumplir sus funciones.
"Si señor. Servía como secretaria del anterior caballero a cargó de la zona 23."
"Bien." Maxwell asintió. " Cómo parece que sabes más de este lugar que yo, quiero que me des un resumen de todo."
"Si señor." Mary asintió. "Primero que todo, su orden es suprema aquí señor. Nadie puede ir en su contra, ni siquiera otro caballero ya que está es su zona."
"¿Puedo hacer lo que quiera aquí?" Preguntó maxwell sorprendido.
"Lo que quiera a excepción del asesinato a un noble, señor."
"Bueno, lo sospeché." Maxwell se encogió de hombros.
"Aparte de eso ¿puedo hacer lo que quiera?" Volvió a preguntar.
"Si, mientras usted cumpla con su cuota de impuestos el emperador no le importará como administra su zona." Mary asintió con una expresión imponente.
Los ojos de maxwell se estrecharon con maldad y agarró las nalgas de Mary con una mano. "Osea, que si hago ésto ¿nadie me dirá nada?"
Mary apretó los dientes con el rostro un poco sonrojado.
"No."
Maxwell la arrinconó contra la pared, levantó su falda, bajo sus panties y la nalgeo.
"¿Y esto?" Preguntó maxwell.
Mary apretó los dientes y casi entre lágrimas respondió: "No."
Maxwell respondió muy hondo y en repetidas ocasiones para calmarse. Tener tanto poder para hacer lo que quisiera realmente lo tentó mucho.
La idea de salir de la caballería y hacer suya a todas la mujeres bajo su jurisdicción paso con demasiada frecuencia por su cabeza.
La reacción de Mary le mostró que aunque las mujeres no quisieran hacerlo con él, tampoco lucharian e incluso si lo hacían, era libre de violarlas sin ninguna repercusión.
Sabía que era malo si quiera pensar en esa idea, pero su cabeza no pudo evitar pensar en los escenarios de él violando a las mujeres una y otra vez.
Por lo que dijo Mary, maxwell incluso podía matar a la mitad de la población de su zona y no recibir un castigo, mientras recaude la cantidad adecuada de impuestos.
Fiuuuuuuu
¡Esto es malo!
Maxwell trató de controlar su monstruo interior pero teniendo a Mary en el suelo semidesnuda era muy difícil.
Dejando a la chica atrás maxwell entró en lo que ahora en adelante será su oficina. Un escritorio, una silla, un estante y un sofá eran las únicas cosa en el lugar.
Dando vueltas y vueltas en la habitación maxwell trato de quitarse esa sucia idea de la cabeza pero no podía.
¡Maldición!
¡¡Nadie debería de tener tanto poder!!
Sentado en la silla la pierna de maxwell subió arriba y abajo con rapidez casi parecía temblar.
¡Espera!
¡Enfermedades sexuales!
Cuando esa idea llegó a su cabeza, toda la calentura que se había acumulado, desapareció en un segundo.
¡Es cierto! En este mundo también existían las enfermedades de transmisión sexual que podían arruinar su vida. Si implementa la idea de tomar a todas las mujeres de su zona, era muy probable que adquiriera una enfermedad de transmisión sexual.
Fiuuuuu
Maxwell se arrecosto sobre la silla exhausto teniendo la batalla más grande que había tenido hasta ahora.
¡Una batalla contra si mismo y sus principios!
Tock Tock
Maxwell escuchó el toque de su puerta y con una postura mucho más relajada permitió que Mary entrará.
"Señor, tiene visitas."
"¿Visitas?" Preguntó maxwell desconcertado. No conocía a nadie en este subdistrito y menos en esta zona.
"En el gerente de la sede de la caravana de comerciantes sol rojo, señor."
"¿Quien?" Ignorante de todo maxwell se sintió totalmente perdido.
En resumen la caravana de comerciantes sol rojo era una empresa muy grande que hacía viajes desde el sur hasta el imperio, vendiendo diferente cosas y especialista en el comercio de alimentos y armas. Eran a la vez muy influyente en brenor.
Había al menos una de sus tiendas en cada zona de cualquier subdistrito del brenor.
"Déjalo pasar."
"Si señor."
Segundos después entro un hombre muy obeso a ma oficina, vestía de forma ostentosa con diferentes collares y anillos. Su mirada recorrió lentamente todo el cuerpo de Mary antes de dirigir su mirada hacia maxwell.
"¿Un niño?" Preguntó disgustado.
"¿Una albóndiga con patas?" Contraatacó maxwell con más veneno en su palabras.
El rostro de gordo se volvió púrpura por la evidente burla de maxwell.
"Tu maldito mocoso ¡Cómo te atreves!" Gritó rojo de la ira. Su respiración comenzó fallar como si hubiera utilizado todas sus energías para soltar ese grito.
"Eso debería preguntarte yo." Maxwell se inclinó un poco hacia adelante, junto las manos y apoyó su barbilla. Sus ojos comenzaron a brillar con pequeños rayos que miraban con frialdad al gordo frente a él. "¿Cómo te atreves a ingresar en mi zona, mi caballería e insultarme?"
El gordo se quedó paralizado ante la mirada de maxwell y orino sus pantalones.
Maxwell al ver su estado sacudió la cabeza con disgusto, sus cejas de fruncieron al ver el líquido que escurría de la albóndiga con patas.
Llegando frente al aterrorizado gordo.
"Orinaste mi oficina." Dijo maxwell al levantar una de sus piernas y golpear en la barriga al gordo, mandandolo a volar varios metros por la salida, directo a la mitad de la calle.
Mary se detuvo a su lado sorprendida por la rápida evolución de los sucesos.
"¡¡Mi señor, no debió hacer eso!!"
"Lo sé. Son muy influyentes e incluso también pueden afectar mi zona si lo quieren." Maxwell asintió. Podían simplemente dejar de vender en su zona y mucha personas se verían afectadas. "Pero como tú lo dijiste, en esta zona yo soy el rey. Y ellos deben de aprender esa lección antes de que podamos hacer negocios."
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Faltan 23.
Encuesta rápida.
Que quieren que maxwell haga con su nuevo poder.
¿Dejarse llevar por sus instintos o contenerse?
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