—¿Dónde? No veo nada —dijo alguien más.
—Realmente vi algo. Lo juro, no me estoy quedando ciego —dijo Huang Mingqi.
—Este lugar de verdad me da escalofríos. Probablemente te creería si me dijeras que en esa mansión viven un montón de fantasmas —dijo su colega, Deng Deng, con una risa débil.
—Gao Peng, desde adentro está irradiando una fuerte energía Yin —dijo Flamita en voz baja al oído de Gao Peng.
—¿Energía Yin?
Gao Peng frunció el ceño. La presencia de energía Yin significaba casi con certeza que dentro del edificio había algo corrupto al acecho. Los cadáveres de monstruos caminantes que vieron antes también rezumaban energía Yin.
—¿Sientes alguna otra cosa que signifique una amenaza para nosotros? —preguntó Gao Peng.
—No —dijo Flamita, sacudiendo la cabeza.
—Eso me tranquiliza.