Flamita estaba nervioso y exasperado. Al bajar la cabeza vió sus plumas flotando y su estómago desnudo.
—¡¡¡Mis bellas plumas!!!
Flamita se lamentó mientras agonizaba, casi escupiendo sangre de la pena.
No se veía tan desnudo desde que era joven. Ahora se veía como un pato dorado recién asado salido del horno.
—¡De hecho, ahora estoy tan desnudo como Doradito!
Flamita se arrodilló mientras golpeaba repetidamente el suelo con sus alas.
Una de las razones principales por las que no le gustaba usar su habilidad Pluma de Fuego era que, si la tasa de uso era lo suficientemente rápida, se volvería calvo por un período de tiempo corto.
…
Ahora, la situación se había vuelto grave, por lo que no lo pensó demasiado y liberó directamente todas las plumas en su cuerpo.
Doradito lo atropelló. Flamita volvió la cabeza hacia el otro lado, avergonzado y resentido.
—Este maldito pato calvo…¿Está aquí para burlarse de mí?