"Sunny cayó en el suave abrazo de las telarañas, gritando, su cuerpo entero convulsionando en espasmos de terrible dolor. La insoportable agonía irradiaba a través de su sistema nervioso, su mente ahogándose en el torrente interminable de sufrimiento tortuoso, indecible e insoportable.
Parecía como si cada músculo, cada fibra, cada molécula de su cuerpo estuviera siendo desgarrada y reensamblada, solo para ser desgarrada de nuevo. Sus ojos, especialmente, sentían como si hubiera dos varillas de metal al rojo blanco insertadas en ellos, haciendo que todo el otro dolor palideciera en comparación. O tal vez se habían convertido en ardientes esferas de metal fundido...
Se arañó la cara, dejando marcas sangrientas en ella. Sin embargo, segundos después ya se habían ido, borradas por alguna fuerza desconocida. Su voz también desapareció pronto, dejando a Sunny sin una salida para expresar su horrible tormento.