Mientras la caravana se acercaba a la multitud derramada de Criaturas Pesadilla, Sunny se preparaba para la batalla y trataba febrilmente de idear una forma, cualquier forma, de salvar la vida de la mayor cantidad de personas posible.
Sin embargo, por más que lo pensara, simplemente no había solución. Muchas almas iban a perderse hoy, y lo mejor que podía lograr era asegurarse de que quienes morían fueran los soldados y no los refugiados.
Sabía que la caravana podría atravesar eventualmente la horda de abominaciones, pero también sabía que al menos varios vehículos, así como muchos de sus soldados, perecerían en el proceso. Cientos, si no miles de humanos iban a morir hoy.
Su apuesta no valió la pena.
Sunny se sintió un poco resentido por eso.
Con un suspiro, invocó el casco del Manto del Inframundo y levantó el Arco de Guerra de Morgan...