La Aguja Dorada finalmente regresó a la palma de Ren Feifan, manchada con un rastro de sangre negra. ¡Claramente, el Dragón Negro del Diluvio había sido gravemente herido!
Ahora todo dependía de si Bola de Masa podía rastrearlo.
Justo cuando Ren Feifan estaba esperando, el suelo subterráneo de repente se sacudió violentamente. El agua del lago dorado se agitaba, levantando olas una tras otra.
¡Innumerables remolinos se formaron incluso en la superficie del lago!
Las cejas de Ren Feifan se fruncieron levemente. Tal situación sugería que una parte de la base de la Formación de la Tumba del Cielo Bestial podría haber sido destruida.
Ren Feifan rápidamente hizo sellos con las manos, lanzando además más de treinta Piedras Espirituales desde su mano.
Las Piedras Espirituales explotaron en diversas posiciones, formando instantáneamente una Formación. ¡La sacudida de la tierra de la Vena de Dragón finalmente se estabilizó!