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Torre Elime, oficina del CEO.
Xu Shihan miraba los datos de ventas en sus manos, frunciendo el ceño con preocupación.
Otros seguramente asumirían que Xu Shihan estaría en la luna de felicidad, considerando cómo los productos de su compañía habían causado tal revuelo en el mercado y el valor de mercado del Grupo Elime se había disparado. Sin embargo, Xu Shihan no mostraba señales de alegría, en cambio, estaba inusualmente calmada en ese momento.
En cinco horas, Xu Shihan había recibido no menos de veinte llamadas de inversores y socios. Algunos la felicitaban, otros discutían sobre financiamiento y algunos ofrecían precios astronómicos para adquisiciones.
Pero la pregunta más inquietante en su mente era:
—¿Por qué?
—¿Por qué el suero de belleza de Elime se había convertido de repente en una sensación de ventas? ¡Es como si Elime fuera la única compañía que quedara en el mundo!
—¿Cómo logró Elime destacarse en el ferozmente competitivo mercado de la belleza?