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—¿Ye Qingcheng? —Ren Feifan se sorprendió ligeramente. A juzgar por el tono del Anciano Ye, ¿había ocurrido algo con Ye Qingcheng?
De repente recordó el tiempo en que habían sido íntimos en la pequeña cabaña de madera. ¿Podría eso considerarse un comportamiento inusual?
Cuando Ye Qingcheng se fue, le dejó una nota pidiéndole que ignorara todo, y él hizo exactamente eso. Esto era algo sobre lo que debía reflexionar.
En ciertos aspectos, Ye Qingcheng podría considerarse una mujer que él reconocía.
De lo contrario, no se habría involucrado con ella. Ahora que algo le había sucedido a Ye Qingcheng, él tenía que intervenir.
No importaba cuál fuera su posición.
—Anciano Ye, ¿le ha pasado algo a Ye Qingcheng? Si es así, por favor dígamelo —dijo Ren Feifan seriamente.
En el otro extremo del teléfono, el Anciano Ye dudó levemente, pero finalmente movió la cabeza en señal de negación y dijo:
—¿Qué podría pasarle a Qingcheng? Solo preguntaba casualmente.