Mernax levantó una ceja ante la reacción indiferente de Neveah, no era lo que se esperaría de una Princesa que estaba acostumbrada a ser tratada con el máximo respeto. Sin embargo, a los ojos de Mernax, aunque solo la había observado desde la distancia, esta princesa era de naturaleza distante, no estaba seguro de qué hacer con ella y tampoco deseaba contemplarlo. Los cambiaformas dragón no esperaban que viajaran en persona para buscar a la Princesa Eclipse desde el territorio del lobo y que incluso su rey viniera con ellos, había sido una sorpresa. No obstante, la Princesa Eclipse estaba aquí por la voluntad del Rey y la voluntad del Señor Xenon, eso era todo lo que Mernax necesitaba o le importaba saber.
—Saludos a Su Majestad, el Rey Jian —el grupo de cinco hadas saludó ceremoniosamente, inclinándose profundamente mientras aún lanzaban miradas cautelosas a un taciturno Xenon.