El viaje a la cueva tomó más tiempo de lo que Karl había esperado, ya que el otro grupo iba a pie, pero aún así lograron llegar allí antes del anochecer y consiguieron que Remi usara una [Ventisca] para ocultar sus rastros.
—Eso es un poco de paranoia de tu parte, ¿lo sabías? —preguntó el otro guerrero en el grupo de Doug.
—Los Gigantes de la Escarcha están cazando a quienquiera que haya destruido su Reliquia Sagrada, y dado que fuimos nosotros quienes lo hicimos, pensé que sería mejor si nada pudiera rastrearnos hasta nuestro lugar de descanso. Pero te gustará este lugar, es una vieja Aldea Enana, profunda en las montañas, y tiene todas las comodidades. O las tendrá una vez que tengamos a Rae montando una segunda fortaleza con hamacas para todos ustedes. —explicó Karl.
Tori sonrió. Las hamacas eran una cosa maravillosa.