—El mundo se pausó.
—Los sonidos de los miles de jóvenes rugiendo con todas sus fuerzas se apagaron de repente.
—Todo el mundo quedó en silencio.
—Y luego, los ojos de Atticus centelleaban mientras su velocidad aumentaba a un nivel que las cámaras de la academia en la sala de control encontraron imposible de capturar.
—La figura de Atticus atravesó el ejército de jóvenes como un cometa surcando el cielo nocturno.
—La misma atmósfera luchaba por mantener el ritmo, dividiéndose en olas tumultuosas mientras su velocidad sin igual desafiaba el orden natural.
—En un parpadeo, su forma se materializó en las líneas traseras de la ofensiva juvenil, dejando detrás un rastro de aire desplazado a su paso.
—Tardó aproximadamente 3 segundos para que la atmósfera registrara las acciones de Atticus.