La mirada de Atticus se ensanchó. Esa imagen... era perfecta.
—¿Cómo es esto posible? —se preguntaba.
Su mente giraba. Estaba tan desconcertado que sus pensamientos tartamudearon. Lo que el instructor acababa de hacer podría parecer normal para muchos, pero solo aquellos que habían utilizado el elemento de fuego antes sabían cuánto de hazaña era esto. Era increíble.
Los otros miembros del grupo notaron el asombro de Atticus, pero ninguno reaccionó. Ellos habían expresado el mismo impacto cuando habían visto por primera vez la demostración del instructor.
Para ellos, su reacción estaba justificada. De hecho, el pequeño hecho de que él hubiera mostrado tal asombro había sido la parte sorprendente.
Pensar que realmente había reconocido cuán profunda era la hazaña de la creación de esa imagen...
La perfecta imagen idéntica de Magnus estaba frente al grupo, su majestuosidad envolviendo el área a pesar de ser solo una imagen.