Chapitre 1: Cementerio de los susurros
Mi nombre es Toni me dirijo a mi casa, hoy a sido un día muy agitado, a mi lado se encuentra mi novia Mónica, hoy pasaremos la noche juntos. Son alrededor de las doce de la noche, mi casa esta un poco lejos de la de Mónica, para llegar hay que atravesar un cementerio muy grande, lastimosamente es el camino mas corto hasta mi casa. - Amor es una noche muy fría, no siento mis manos, ¿porqué no rodeamos el cementerio?, me da cosita atravesarlo- dijo Mónica. -Es mejor atravesarlo hace mucho frío esta noche amor! Y mientras más rápido crucemos, mejor, ¿además es muy tarde? y aun no pasamos el!cementerio de los susurros!-, -!Amor sabes que no me gusta que me asustes con esas tontas historias!, si no quieres rodear, me voy sola! Seguramente llegaré primero- responde Mónica.
Mónica soltó mi mano y salio corriendo velozmente, adentrándose en el cementerio, seguí mi camino tranquilo, no tenia porqué temer, todos los días atravieso el cementerio y nunca e sentido ningún susurro ni nada anormal. De pronto hace aparición una espesa niebla, era incapaz de ver mis propias manos. Comencé a llamar a Mónica, ¡Mónica!, ¡Mónica! Comencé a gritar frenéticamente su nombre y ella no respondía.
Entre la niebla diviso una silueta borrosa, me le acerco y le pregunto ¿quien eres tu y donde esta Mónica?, a lo que me respondió con una voz espectral. - ¡Chico insensato! ¿No oses hablarme de ese modo?, ¿no conozco a ninguna Mónica?, ¡vete de aquí, antes de que pierda la paciencia! Su rostro y sus ojos eran de un color ¿rojo carmesí?, corrí lo mas rápido que pude, no pare de correr hasta llegar a casa, ya eran las dos y media de la madrugada, mi padre estaba dormido, sigilosamente llegué a mi cuarto, cerré la puerta con llave, bloquee las ventanas con unas mancuernas muy pesadas que tenia debajo de la cama, me acosté, no podía dormir pensando en todo lo ocurrido, ese misterioso "hombre" me ponia los pelos de punta. Tomé medio frasco de pastillas calmantes, caí en la cama como una Roca, todo se puso oscuro. -¡Toni! Ayudame ¡Toni! ¿Donde estas no te veo?, ¡Donde estas! -estoy v...Ufff, parece que fue un sueño. Me levanto de la cama, tomo mi móvil y veo que tengo aproximadamente unas cien llamadas perdidas de mi suegra mi suegro y mi cuñado, decidí ir a casa de Mónica para platicar con sus padres, abro la puerta de mi recámara y bajo las escaleras, mi padre me estaba esperando en la sala, con una rara expresión en el rostro, me le acerque y me dijo. -Hijo mio, los padres de tu novia me acaban de llamar, tengo una mala noticia que darte. -¿De qué se trata papá? habla, no tengo todo el día, ¿Qué pasa? -pregunte. -Toni, hoy en la mañana encontraron el cuerpo de una chica en el cementerio. -¡Papá! ¿Pero eso qué tiene que ver conmigo?
-La Chica que encontraron Toni, Mónica fue esa chica, sus padres me lo acaban de confirmar. De mis ojos broto un río instantáneo de lágrimas; De pronto el mundo se había apagado y no me podía sacar a Mónica de la cabeza, solo pensaba en que todo había pasado por mi culpa y que mi amor Había muerto para siempre.
Se escucharon varios golpes en la puerta de la casa, mi padre me dijo - Debes esconderte en el sótano hijo mio, como ya sabes, tu fuiste el último que vio con vida a Mónica y deben de pensar que tu la mataste, corre al sótano y no salgas hasta que yo te avise. Corrí rápidamente al sótano de la casa, nunca había entrado al sótano, creo que es el único lugar de la casa que no tiene electricidad, al atravesar el umbral de la habitación, noté que, como pensaba, no avía electricidad, tropecé con algo muy duro que había en el suelo y caí al piso chocando con todas las cajas viejas llenas de objetos antiguos y trastes inservibles, de pronto, una extraña luz proveniente de abajo de un montículo de ropa vieja, era una linterna, la tomé e ilumine el techo, estaba lleno de polillas negras, algunos dicen que son un mal presagio y les llaman mariposas brujas, pero yo no creo en esas historias absurdas de brujas y demonios, son solo cuentos para niños. Iluminé un rincón de la oscura habitación, me di cuenta de que había un cable muy grueso cortado, creo que por esa razón no hay electricidad en ese rincón extraño, seguí con mi búsqueda y encontré en una pared que se encontraba a mis espaldas, un espejo muy hermoso, media unos cuatro metros de altura y un metro de ancho , estaba fusionado a la pared de la habitación, en la pared había una escritura muy extraña parecía escrita con oro fundido, alumbré la escritura y alcance a leer: Salve gran xul Dios negro de la muerte. Exam colix neflin. Creo que es una especie de conjuro o algo parecido, pero no creo que funcione, puede que solo sea un adorno o algo. Me decidía a pronunciar esas palabras, cuando escucho unos golpes en la puerta del sótano, me apresuré a pronunciar tales palabras ¡Exam colix neflin! Escuche un gran ruido, la puerta a sido tumbada, entre la oscuridad de la habitación aparece una silueta muy familiar era mi ¡Padre! -¡Que haces! Sus ojos se tornaron de color rojo carmesí y tomo el aspecto de aquel hombre tétrico del cementerio, un fuerte olor a azufre surgió en la habitación, y con una fuerte voz ronca y espectral me dijo. -¡Llego el momento de unirte a tus hermanos!.
-¿Papá de qué hablas?. En su rostro se fue notando una sonrisa cada vez mas grande, intente correr pero me empujo violentamente hacia el espejo, todo se torno oscuro y surgió una espesa niebla como la del cementerio.....
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