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Un par de minutos después de que Finrod entró al desafío, salió de él.
Pero, como todos los que habían entrado antes que él, estaba maltrecho.
No parecía herido, solo eran sus ropas las que lo hacían ver así.
Tan pronto como salió, Aiden, que quería obtener información sobre el desafío, intentó hablar con él, pero cuando estábamos a punto de hacerlo, el locutor lo interrumpió.
—¿Crees que puedes usar a tus amigos para ayudarte a ganar? —dijo el locutor, apareciendo una sonrisa en la esquina de su boca.
Aiden no respondió y esperó su turno. Había intentado obtener más información para tener más seguridad acerca de tener esas dos Entradas VIP, pero no es que las necesitara.
Su último mes de entrenamiento sin la distracción de nadie no fue en vano.
No se había fortalecido en términos de estadísticas, pero había aprendido a usar mejor su cuerpo.
Incluso si sus estadísticas no habían aumentado, su poder general sí lo había hecho.