—¡William Cole, detente! —Habiendo salido no hace mucho del patio de la Sra. Cole, justo cuando William Cole se preparaba para irse, Kirk Cole lo llamó desde atrás.
—¿El Joven Maestro Cole tiene algún problema? —William Cole levantó ligeramente la cabeza para mirar a Kirk Cole.
—Bueno... —Kirk soltó una risa fría, su rostro estaba lleno de hostilidad—. ¿De verdad crees que no sé lo que estás pensando? Estás intentando congraciarte con mi madre, ¿no es así?
—¿No es suficiente con desempeñar tu papel de Patriarca honestamente? ¿Por qué tienes que entrometerte?
—William Cole, te advierto, hay personas y círculos a los que simplemente no puedes cortejar.
—¿Sabes? La entera estructura social en China es como una pirámide. Los que están en la cima siempre serán gente como yo, no tú —añadió—. Mi madre es de buen corazón y una vez le salvaste la vida. ¿Así que piensas que esto te permitirá saltar la puerta del dragón? Sigue soñando.