1917
Si este aviso se publicara, su dignidad quedaría completamente aplastada, y nunca más podría levantar la cabeza en público. Se convertiría en la comidilla de toda la ciudad, y esta vergüenza destruiría efectivamente el prestigio que el Clan Dan había construido durante varios siglos. Sería un completo suicidio social.
—Firma el documento —ordenó Xue Qin con una voz fría y apremiante.
—¡Tercer Joven Amo, no debes firmar el documento! ¡Si lo haces, la reputación de nuestro Clan Dan será un desastre! —exclamó el Anciano Yi que también había leído el documento por detrás de Dan Xiaotian, e inmediatamente se arrodilló y gritó en protesta.
¡Incluso la muerte no era tan temible como ver al clan al que había dedicado su vida a servir humillado de tal manera!