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Winston entonces desenterró otros frutos de piedra de colores de las inmediaciones.
Mediante las observaciones de Bai Qingqing, ella notó que las hojas de los arbustos que tenían corteza morada desprendían un color morado, aquellas con corteza roja emitían un rojo, mientras que las de corteza verde expelían un intenso verde. El arbusto del que crecían los frutos de piedra amarillas era el más robusto.
Después de desenterrar una pequeña bolsa de ellos, Winston llevó a Bai Qingqing de vuelta.
Los frutos de piedra que Parker había cocinado ya desprendían un agradable aroma, y varios hombres bestia se agrupaban en la dirección del flujo del viento.
Ya era ampliamente conocido que los recién llegados que acababan de mudarse eran buenos cocinando. Cada vez que inventaban cosas nuevas, los hombres bestia jóvenes venían a espiar, luego los imitaban para cocinar para las hembras que les gustaban.