—Por favor, siéntense. Iré a buscarles algo de beber —dijo la mujer cortésmente, trasladándose a la habitación contigua que era la cocina—. Nos sorprendimos cuando nos enteramos de la noticia de que Greg tenía una hermana. Quiero decir, ¿cuáles eran las probabilidades? Porque tus padres nunca nos hablaron de ti —Vivian escuchó a la mujer hablar desde la cocina.
—Recibimos la carta de Lord Alexander hace dos días y decidimos venir de inmediato. —dijo Leonard, quien no había tomado asiento y estaba mirando a través de los objetos de la habitación mientras Vivian se sentaba en la silla de madera.
—¿Conocen al Señor? —la voz de la mujer sonó sorprendida, como si no hubiera esperado que conocieran al hombre de forma tan cercana.
—Tenemos conocidos mutuos. —Vivian se levantó de su asiento y, al mismo tiempo, un niño entró en la habitación.