Durante varios días, Shen Li se sintió incapaz de enfrentarse a Dongfang.
La cantidad de información en la llamada de An Chushi fue abrumadora; necesitaba tiempo para digerirla. Desde su primer encuentro, ella había sabido qué tipo de persona era Dongfang, y su capacidad para el asesinato no le sorprendía en absoluto. Lo que le confundía era por qué él mataría a la novia de Situ.
Huo Siyu debía saberlo, y su castigo elegido fue exiliar temporalmente a Dongfang. Una vez que la sentencia terminara, o cuando él considerara el momento apropiado, llamaría a Dongfang para trabajar junto a Situ de nuevo.
Qué debería decir... Había innumerables puntos de contención, sin embargo, no podía llevarse a criticarlos. Su mente estaba llena de pensamientos, pero ninguno de ellos parecía fiable.
Lo único de lo que podía estar segura era el enorme encanto personal de Huo Siyu.