Al observar el caos que Marco había desatado en el multiverso, el Cielo, una entidad cósmica encargada de la supervisión de todas las dimensiones y realidades, decidió que era hora de intervenir. Aunque habían visto de todo, nunca imaginaban que alguien pudiera hacer lo impensable: ¡convertir a Freddy Krueger, Jason Voorhees y Michael Myers en marionetas de un karaoke con Barney el Dinosaurio! Un espectáculo tan surrealista que incluso las fuerzas divinas no sabían cómo reaccionar.
Así que, en un acto de desesperación ante la magnitud del desorden, el Cielo tomó una decisión radical: reforzar la seguridad de todas las dimensiones para evitar que Marco causara más estragos. Equipos de ángeles armados con espadas de luz y tecnología avanzada fueron desplegados por todo el multiverso para crear barreras de protección entre las realidades y, lo más importante, mantener a Marco alejado de cualquier otra fuente de caos.
El Cielo activó los Sellos de Resistencia Dimensional, un dispositivo cósmico creado para evitar que cualquier ser, incluso alguien tan poderoso como Marco, tuviera acceso a todas las realidades sin restricciones. Los Sellos no solo cerraban brechas entre universos, sino que también anulaban el poder de las Gemas del Infinito dentro de ciertas áreas del multiverso.
Ángel Supervisor 1 (con voz grave): "¡Este es el protocolo! ¡Marco ha alcanzado niveles de caos impensables! No podemos permitir que su locura se expanda más allá de lo que ya ha hecho. ¡Activar los Sellos de Resistencia ahora!"
El cielo se iluminó con destellos dorados y plateados mientras las barreras cósmicas comenzaban a formarse, cubriendo cada rincón de la realidad. En un solo movimiento, las criaturas del Cielo tomaron posiciones, preparando su plan para limitar las acciones de Marco. Nadie podía predecir qué haría a continuación, y mucho menos el nivel de destrucción que podía alcanzar.
Ángel Supervisor 2 (preocupado): "¡Cuidado con el siguiente paso! Si Marco obtiene acceso a nuestros dominios, todos nuestros esfuerzos serán en vano. ¡Tenemos que asegurarnos de que no cruce el umbral de seguridad!"
Pero mientras los ángeles y los cielos tomaban estas medidas extremas, en el chat multiversal, los ecos del caos continuaban resonando. Marco, sentado cómodamente en su trono (rodeado de una gran cantidad de botellas de whisky omniversal y otras sustancias de dudosa procedencia), comenzó a reír mientras veía cómo el Cielo intentaba frenarlo.
Marco (con una sonrisa de autosuficiencia): "¿De verdad piensan que van a detenerme con unas barreras? ¿En serio? Vamos, chicos, me están haciendo un favor. Estoy por cambiar la realidad de nuevo, ¡y el cielo va a temblar cuando me vean en acción!"
Mientras tanto, en el chat, Joker y Deadpool, como siempre, no podían evitar disfrutar del espectáculo, riendo a carcajadas ante la desesperación de las autoridades divinas.
Joker (llorando de risa): "¡Esto es demasiado bueno! ¡El Cielo literalmente está buscando cómo frenar a Marco! ¡Quién hubiera pensado que los ángeles serían los nuevos villanos del multiverso!"
Deadpool (con tono sarcástico): "Oh, sí, claro, porque ponerle una cerca al animal salvaje siempre funciona… ¡Este va a ser el fin del multiverso, amigos!"
Mientras tanto, las esposas de Marco, Mai, Morrigan, Belfast, Hood, Fleur, Daphne, Eva, Kristin y Natasha, estaban tranquilas en la mansión familiar, observando todo a través del chat. Nadie les había pedido ayuda, y aunque sabían que Marco era impredecible, no podían evitar sentirse orgullosas de que su esposo estuviera causando tal revuelo.
Mai (suspirando con una sonrisa): "A veces me pregunto si debería preocuparme, pero después me doy cuenta de que no importa lo que haga… siempre sale victorioso."
Morrigan (riendo suavemente): "Es un caos, sí, pero es nuestro caos. Y nada puede detenerlo, ni siquiera el Cielo."
Las chicas se acomodaron, disfrutando del espectáculo mientras las barreras cósmicas se activaban y las autoridades divinas intentaban proteger su dominio. Pero Marco, con su característica actitud de no tomarse nada en serio, estaba dispuesto a llevar el caos a niveles aún mayores, y nadie en el multiverso sabía qué esperar a continuación. Lo único seguro era que el Cielo no había visto nada como esto jamás, y su intento por contener a Marco solo alimentaría el fuego de su locura aún más.