Benjamín aceptó el gambito, y entonces simultáneamente bloqueó a Hao Jian con su alfil y su caballo, haciéndole imposible enrocar a la torre y al rey de Hao Jian. Viendo esto, los jugadores de ajedrez derrotados por Benjamín no pudieron evitar mostrar una expresión seria en sus rostros.
Porque justo momentos antes, habían caído en la trampa de Benjamín, paso a paso siendo devorados por Benjamín hasta que perdieron completamente la partida.
Sin embargo, Hao Jian solo sonrió ligeramente, seguido inmediatamente después por su anterior torre, haciendo que Benjamín perdiera la iniciativa.
Benjamín frunció el ceño porque no podía entender los movimientos de Hao Jian. En tales circunstancias, todos pensarían en proteger a su rey o en alejar sus piezas negras, pero Hao Jian parecía ajeno a la amenaza que sus piezas negras estaban imponiendo al rey, continuando audazmente su avance.