Tenía tres opciones: luchar, huir o congelarme.
Ahora mismo no podría luchar para salir de una bolsa de papel... no es que alguna vez hubiera podido...
Mi mente gritaba huida. Quería bajarme de Rip y salir corriendo por la puerta, alejándome de todos y de todo. Quería encontrar un agujero en el suelo y enterrarme allí hasta que pudiera pensar. No importa cuántas décadas me llevara.
Pero en cambio, mi cuerpo eligió congelarse, y me quedé inmóvil sobre Rip, completamente incapaz de moverme mientras el miedo se apoderaba por completo de mí.
Esperaba que Alfa fuera como Mike Myers o Fredy Kruger y apareciera cuando menos lo esperara, listo para matarme. Prácticamente podía sentirlo observándome desde las sombras, esperando pacientemente a que bajara la guardia lo suficiente como para cortarme el cuello.
La sensación era tan fuerte que temblé de terror y me acurruqué aún más en Rip, con la cabeza en su pecho. Tendría que recordar eso... nunca podría bajar la guardia.