Huo Dong siempre encontraba faltas en Huo Shen y siempre había deseado que su padre lo odiara y le disgustara, pero ahora que sabe lo que le puede costar, era mejor acercar a Huo Shen a su padre, así él podría tener ventaja, y esa es la misma razón por la cual no había hablado de lo que había sucedido ayer.
—Oh... ¿A qué hora comienza la función? ¿No debería estar alistándose? —preguntó curioso mientras Mo Zi Xue le servía su té, ella conocía algunas cosas de este hombre, más aún, su rutina favorita que incluía su amor por el té.
—Gracias... —agradeció sus esfuerzos mientras Su Wei Wei se apoyaba en el mostrador observándolos atentamente, cómo sus rostros resplandecían, los niños estaban allí a su lado preguntándose qué le pasaba a ella ya que no veían nada interesante donde ella miraba.
—¿En qué estás pensando? —Nianera Wei se acercó y también miró al área de estar preguntándose qué estaba observando tan atentamente.