—Lingli, vámonos —la amiga de Liu Lingli la llamó desde no muy lejos, echando miradas en esta dirección de vez en cuando.
—Vale, ya voy —dijo Liu Lingli con una sonrisa—. Tiantian, me voy, vendré a verte otra vez cuando tenga tiempo.
—Claro —dijo He Tiantian con una sonrisa forzada, ya que Liu Lingli estaba actuando de esa manera, ella también lo haría.
No se desgarraron las caras, pero aún así se enfrentaban una a la otra como dándose la réplica.
Después de haber caminado solo unos pasos, Liu Lingli dijo:
—Tiantian, antes estaba equivocada, te envidiaba por tener una buena familia, te envidiaba por tener ropa bonita. Incluso después de mudarme al campo, seguías siendo mejor que yo en todos los aspectos, por eso estaba un poco desequilibrada psicológicamente y celosa de ti. Espero que no me culpes, y haré todo lo posible por ajustarme.
La cara de Liu Lingli estaba tranquila, sin ninguna sonrisa fingida ni sarcasmo.