Chapitre 100: 100 quiere ponerle un saco encima

Las tres personas dentro oyeron el ruido y quedaron momentáneamente atónitas.

Estaban tan impactados que incluso olvidaron respirar.

—Miao Cuicui enfurecida lanzó a Liu Guoqiang de sí.

—¡No te metas conmigo!

—Después de despedirlo, comenzó a lamentarse:

—Ustedes, los Liu, realmente son de otra clase.

—Gastar doscientos yuanes, cien kilos de grano para comprarle un trabajo a Guohui y aún mantenerlo oculto.

—Entonces, ¿consideran a Guoqiang y a mí unos tontos, eh?

—¿Qué, no es Guoqiang un verdadero hijo de la Familia Liu?

—¡Su favoritismo, está más inclinado que la montaña al pie del cerro!

—Toda la familia sabía que costaba mucho conseguir un trabajo para el segundo hijo, todos menos nosotros dos.

—¿Por qué nos están haciendo bullying?

—Mientras hablaba, golpeaba la puerta de Liu Guohui con su palo, golpe tras golpe.

—Su voz era aguda y fuerte.

—Esto hizo que los vecinos no pudieran contenerse, y uno por uno, se subieron a algo para asomarse.