—¿Cómo está? —preguntó.
Mu Weifeng no respondió.
La Señora Mu tampoco tenía prisa, se sirvió una taza de té y la sorbió lentamente.
Para Mu Weifeng, su salud era lo más importante.
Especialmente porque tenía una hermana menor, Mu Yuxi, a la que cuidar.
La historia más antigua de la familia Mu se remontaba a la Dinastía Tang, hace más de mil años, y solo había habido dos mujeres a la cabeza de la familia.
Aunque Mu Yuxi también era excelente, la Señora Mu realmente no la tomaba en consideración.
Ella creía que Mu Yuxi se casaría algún día.
Después de casarse, no importa cuán capaz fuera, solo sería una ama de casa, como ella misma.
Pero después de esperar cinco minutos, la Señora Mu aún no había obtenido respuesta de Mu Weifeng.
Se impacientó y dejó su taza de té con fuerza, —Weifeng, ¿todavía lo estás considerando? —preguntó con impaciencia.