Ella continuó diciendo:
—Y no puedo irme en este momento, mi papá todavía me necesita aquí.
Wenyan expresó su comprensión de esto, pero siempre hay más soluciones que problemas.
—¿Y si mamá y papá quieren ir allá? ¿Estaría bien?
—¡Sí! Considéralo como darse una respuesta. Creo que yo y ellos necesitamos una conversación cara a cara. Puedo tomar la iniciativa para organizarlo con ellos.
Wenyan sintió un sentido de arrepentimiento al escuchar a Qin Yulong hablar así, siempre sintiendo que ella no quería reconocer a sus propios padres biológicos.
Pero no importa qué, ese era su propio deseo.
Después de colgar el teléfono, Wenyan regresó al comedor.
Shen Jinghe le preguntó a Wenyan:
—¿Cómo fue, qué dijo, puedes ser honesta conmigo ahora?
Wenyan suspiró suavemente:
—¿Por qué no están comiendo? ¿Me estaban esperando? Ahora que estoy aquí, podemos comenzar.