Finalmente había llegado el día que Oberón siempre había deseado. Este era el día en que finalmente marcaría a su compañera como suya. Ya había realizado los ritos nupciales, solo quedaba la ceremonia de apareamiento, algo que nunca había hecho con Nyx.
Él se sentó en su asiento, esperando la llegada de Selena.
Los invitados ya se estaban acomodando, aunque algunos de ellos no estaban del todo cómodos con la idea de que el Alfa tomara a alguien que no fuera Nyx como su compañera.
Selena llegó con un vestido de novia verdaderamente hermoso, ese día lucía bella. Tomó su lugar al lado de Oberón y comenzaron los ritos de apareamiento.
—¡Que comiencen los ritos matrimoniales! —anunció.
Todos los invitados aplaudieron. Los bailarines lo hicieron muy bien y los músicos también hicieron un gran trabajo.
Oberón echó una mirada a Selena, quien observaba la escena con una sonrisa muy amplia en su rostro.
—Finalmente ha llegado el día que siempre he esperado —dijo Selena con calma.