—Escuchen todos —dijo Elías levantando la mano y la gente guardó silencio para escuchar lo que tenía que decir.
—Sé que están todos contentos de ver a su Alfa, mi padre entre ustedes después de tanto tiempo. Pero, les aseguro a todos esto, tendrán tiempo de verlo mejor —y con eso dicho, guió a su padre al interior del edificio con el resto de los que vinieron con él.
Aurora brillaba de felicidad mientras iba a encontrarse con ellos.
—Hola, padre —lo saludó y él levantó la cabeza para mirarla.
—Aurora. Es agradable verte de nuevo. Prácticamente irradias luz —comentó mientras le daba un apretón de manos.
—Es tan agradable estar de vuelta —comentó Eli mientras los miraba a todos—. Theo. Liam. Williams —les dio a todos un apretón de manos.
Mantuvieron sus manos cerca del corazón, con el corazón rebosante de lágrimas. Era una maravilla que su Alfa estuviera de vuelta, luciendo mejor que cuando se fue. Se miraron entre sí, pasando un mensaje de entendimiento.